Ayer causó impacto la noticia de que Nintendo seguirá explotando al máximo la nostalgia para crear productos que cautiven no sólo a fans de la Gran N, sino que atraigan a nuevos consumidores o, mejor dicho, que regresen muchos que ya la habían olvidado.
Lo anterior porque la compañía japonesa confirmó algo que ya les habíamos adelantado hace algunos meses: es oficial que habrá una edición especial de la consola Super Nintendo Classic Edition, en una versión mini del SNES.
El lunes Nintendo se volvió tendencia global al develar que la nueva consola que explota la nostalgia de los años noventa saldrá al mercado en septiembre próximo con un costo de 79.99 dólares y tendrá como principal misión, repetir el éxito en retail que logró la NES Classic Edition, consola que se agotó a poco de ser lanzada y que excedió la demanda de producción.
Super Mario World, Earthbound, Star Fox 2 + 18 more games? Now you’re playing with super power! #SNESClassic launches 9/29. pic.twitter.com/BPPGjpskPT
— Nintendo of America (@NintendoAmerica) 26 de junio de 2017
Para repetir la hazaña mercadológica Nintendo apostará por lanzar un nuevo título de una franquicia surgida en los años noventa y que cuenta con gran popularidad.
Se trata de Star Fox 2, título que será parte del atractivo que llegue con la SNES Classic Edition pero, con una trampa de marketing, pues los usuarios deberán jugar primero el Star Fox original y pasar el primer nivel -Corneria-, antes que puedan desbloquear la nueva entrega de esta franquicia.
El objetivo es claro, apelar al engagement de Star Fox para atraer al público y generar expectativa en la llegada de la nueva consola nostálgica de Nintendo, misma que llegará con 21 juegos preinstalados como: Super Mario World, Starfox, The Legend of Zelda a Link to the Past, Super Metroid, Street Fighter II Turbo, Donkey Kong Country, entre otros. Estrategia similar a la NES Classic Edition.
Recordemos que esta primera consola clásica fue uno de los principales motivos (junto a la Nintendo Switch, Pokémon GO y Super Mario Run) para que la Gran N vuelva a los primeros planos en la industria de los videojuegos, una que tiene un valor superior a los 84 mil millones de dólares, según estimaciones de PwC.
El objetivo es claro, volver a pelear de tú a tú con los líderes del sector -en cuanto a consolas se refiere-, donde PlayStation -de Sony- lidera con más de 13 millones de unidades vendidas sólo en 2016, y por Xbox -de Microsoft- con poco más de 6 millones de consolas, de acuerdo con los datos de Statista.