Aunque es conocido que los fundadores de grandes compañías, como Tesla, Google o Facebook no ganan grandes sumas de dinero en sus puestos de CEOs, se sabe que muchos de ellos rechazan o tienen como regla personal rechazar cualquier salario que sea más elevado que el de sus empleados.
De acuerdo con un análisis de Fortune, persiste una creencia de que los CEOs ganan millones, cuando no es así, ya que los fundadores de las compañías normalmente tienen compensaciones anuales por el valor accionario de sus marcas, mientras que el trabajador promedio solo recibe una fracción de esa cantidad.
Concretamente, la compensación salarial para los CEOs es de cerca del 10 por ciento en salario y un 90 por ciento de pago variable, o incentivos que se ganan en función de lo bien que se puede desempeñar una empresa, es decir, para el empleado promedio es lo contrario, 90 por ciento de salario y 10 por ciento de incentivos.
El salario o fortuna de los CEOs aumenta porque son responsables de funciones más complejas que antes, aunque su fortuna no se elije él sino el consejo de accionistas, quienes deciden el valor y salario del CEO.
Y es así que cuando se alcanzan los objetivos de rendimiento de las compañías todos se benefician, desde los accionistas, cuya participación se aprecia, empleados, por aspirar a lograr ascensos, el gobierno, quien recauda más, e incluso la comunidad donde se encuentra la compañía, mientras que el CEO se encuentra en la punta de la pirámide.