Hace dos años, la cantante Taylor Swift sostuvo una cierta fricción con las plataformas de música por streaming, en particular con Spotify, servicio al que calificó como un “experimento que no compensa justamente a los compositores, productores, artistas y creadores de música”.
Las diferencias surgieron a raíz del disco ‘1989’ de Swift que rompió records de ventas en su primera semana, con 1.28 millones de copias. La ruptura se mantuvo desde 2015, aunque realmente la cantante no dejó del todo las plataformas, ya que su música está disponible en Apple Music -tras llegar a un acuerdo-, incluso ha sido protagonista de algunos anuncios del servicio.
Ahora, la estadounidense decidió concluir la enemistad y permitir que todo su catálogo de canciones esté disponible en otros servicios de música streaming que no son de Apple (incluyendo Spotify, Amazon Music, Tidal y Pandora).
La cantante lo confirmó en sus redes sociales, donde tiene un gran número de seguidores, en Facebook más de 70 millones de fans, en Twitter más de 89 millones y en Instagram supera los 102 millones.
En su momento, algunos especialistas vieron el pleito como una estrategia de marketing para posicionar a Swift como una artista independiente que quiere cambiar el funcionamiento de la industria.
Ahora, con millones de discos vendidos y con un gran engagement, la cantante es considerada una de las celebridades mejor pagadas y gran influencia, por lo que marcas como Apple Music y AT&T la tienen como embajadora para sus servicios.