Las noticias falsas o fake news son un claro ejemplo del peso que tiene el contenido dentro del escenario digital, sobre todo en un momento en que este determina resultados que pueden ser comercializados.
Hacer contenido para medios digitales ha abierto un amplio campo de estudio que ha buscado generar la mayor calidad en estas historias a través de creatividad y recursos digitales que ayudan a ajustar la generación de información, no solo en la forma en que es entregada sino a través de los canales que son usados para llevar a cabo este delivery; encontrar a las audiencias específicas para las cuales está dirigido el contenido y la oportunidad de los medios de comunicación cuando se encuentran ante la necesidad de desarrollar productos digitales.
El peso del contenido es tal que para este 2019, el content marketing se espera que a nivel mundial genere ingresos por 313 mil 420 millones de dólares, según proyecciones de PQ Media.
Lo anterior es una proyección que ha crecido desde los 144 mil 810 millones de dólares registrados por este segmento en 2014.
Frente a este contenido, resulta interesante descubrir la oportunidad que se abre para las marcas, de lograr mayor identificación ante audiencias sumamente digitalizadas, no solo en su consumo de productos, sino de contenidos con los que han logrado adaptar al mercado a resultados que parecen entender las métricas que sirven para dimensionar el mercado desde el número de audiencias que lo entregan, el tipo de contenido que se genera y la forma en que este es entregado.
Abrir la mirada ante este universo planteado, donde el contenido se ha convertido en un voluminoso ente digital, fenómenos como el de fake news nos ayudan a entender la capacidad de una información fuera de contexto, inadecuada, frente a la audiencia incorrecta y sin objetivos claros en los resultados que se pretenden.