Debo reconocer que encuentro cierto tinte altruista en algunas iniciativas de economía colaborativa –Uber, Airbnb, Wallapop-. Cuando niña siempre pensaba que los que tenían carro deberían llevar a los que iban a pie y que el dinero debería ser de quien lo necesitara para algo esencial no solo de algunos para guardarlo. Ya saben, esos pensamientos sabios y libres de contaminación. De algún modo tiene que ver con tantas formas que están surgiendo hoy de hacer economía entre nosotros, sólo con lo digital como medio, y en muchos casos dejando de lado el dinero.
Y reflexionaba sobre las plataformas que existen para intercambiar comida preparada. Me refiero a Gustoo, Just Cook It, Chefly y CompartoPlato, por ejemplo. Este último, ShareYourMeal parece genial al buscar compartir con alguien lo que has preparado y no vas a comerte, es como abrir las puertas de casa. Representa de algún modo volver a sembrar confianza en el extraño, conectar a vecinos y sobre todo evitar tirar comida.
En pocas palabras se trata de compartir, intercambiar, trasciende el concepto de negocios de comida porque no todos son propiamente negocios, algunos incluso no funcionan con pagos en dinero, otros día. En ese caso son transacciones de pura comida preparada en casa, que gracias a la geolocalización nos conecta con los más cercanos que cocinan en su casa.
La dinámica inicia al mostrar los platillos mediante fotos, porque todos los entran a la plataforma quieren la ´insuperable´ y ´no siempre perfecta´ comida hecha en casa. Son plataformas de conexión con cocineros locales y con ofertas distintas para comer, hasta que alguien encuentra al personaje que cocina justo como la abuelita.
Lo interesante es que en varias ciudades, en Estados Unidos y Europa, ya se usan cotidianamente este tipo de plataformas, que seguro en México apenas inician su posicionamiento. ¿Qué opinan? ¿Comerían lo que cocina el vecino de la esquina? ¿Creen que este tipo de puentes funcionaría acá?