Louis Vuitton se suma* a las marcas que recientemente han provocado polémica por la forma en que se relacionan ya sea con clientes o con empleados de estas firmas.
La firma francesa fue denunciada en redes sociales por la modelo Ulrikke Høyer, luego de que esta publicara una imagen en ropa interior en su cuenta de Instagram, donde criticó el rechazo que vivió de parte de Vuitton.
De acuerdo al relato de Høyer, Vuitton rechazó que participara en su última colección Cruise que presentó en Japón.
En el mensaje publicado por la modelo, esta aseguró que la marca de lujo criticó su talla 34 y le pidió que mejorara lo “hinchado” de su cara y estómago.
Aunado a esto, la modelo aseguró que la encargada del casting le pidió que solo tomara agua durante 24 horas, al tiempo en que refirió, su agente le llamó para decirle que su participación en el desfile fue cancelada.
Este hecho pone de relieve a Louis Vuitton en un medio de un complicado escenario donde se han criticado los estereotipos impuestos por el mercado de marcas de lujo.
La relación entre estereotipos y marcas de lujo es una fórmula que ha servido para establecer estándares de lo que es considerado como belleza, aunque también son una oportunidad de dimensionar lo que ocurre a nivel mundial, donde cada vez marcas de moda han encontrado un oportunidad en la generación de productos adaptados a la realidad del consumidor: tallas plus size e historias publicitarias que se identifican con la realidad de un mercado cada vez más decantado por convivir con marcas empáticas.
*Anteriormente, marcas como Chanel se involucraron en críticas dentro de redes sociales, luego de que a la actriz de Precious, Gabourey Sidibe, le pidieron que abandonara una boutique de la marca, donde acudió a comprar un par de lentes y zapatos.