Después de los accidentes de Uber en San Francisco y Tesla el año pasado, trascendió que los errores no fueron completamente humanos, ya que la mala infraestructura urbana provocó que los autos con conducción autónoma no previeran una curva extrema o baches.
De acuerdo con la Clarion Associates, de Denver, la idea del CEO de Tesla, Elon Musk, sobre crear carriles confinados para vehículos inteligentes, o túneles, “no es tan descabellada”, además de que los desarrollos urbanos tendrán que modificar su infraestructura para que convergan tecnologías como, la automatización, electrificación y movilidad compartida.
Según el análisis, actualmente hay 263 millones de automóviles no autónomos, y 2 mil millones de cajones de estacionamientos tan solo en Estados Unidos, por lo que la transformación de las ciudades será paulatina, es decir, dependerá de las decisiones gubernamentales para saber si inflarán o deprimirán la infraestructura inteligente.
Aunque el cambio se trata de un rediseño urbano, como zonificación, diseño de calles y regulación de tráfico. No obstante, el potencial de la tecnología de los autos sin conductor es grande, ya que en Los Angeles, el desarrollador AvalonBay ya desarrolla departamentos con cajones de auto, exclusivos para vehículos inteligentes.
Asimismo, analistas creen que el rediseño urbano no solo se trata de autopistas, ya que se trata de un trabajo entre fabricantes de autos y desarrolladores, gobierno y empresas tecnológicas, lo cual podría extenderse hasta 2030, según Clarion.
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