Un chef tuvo la ocurrencia de convertir a marcas en sushi y el resultado se ha convertido en una interesante estrategia de contenido con la que ha promocionado su marca como artista de la comida.
En diversas publicaciones ha convertido en sushi a marcas personales y comerciales, pues lo mismo usa arroz para copiar un tenis Nike que para elaborar la cabeza del diseñador de Chanel, Karl Lagerfeld.
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Con otras piezas el artista se ha dedicado a hacer sandalias de Supreme o tenis Adidas, logrando convertir a Instagram en un canal donde la generación de contenido funciona a favor de marcas, al lograr identificación con audiencias mediante estrategias creativas, como las que usó el diseñador gráfico japonés Shusaku Takaoka, quien logró tener la atención en redes sociales por las intervenciones que ha hecho en el diseño de marcas y sus logos.
Frente a estos dos ejemplos resulta indispensable comentar lo determinante que será conocer el papel que tomarán las marcas en la apuesta del diseño de su imagen, bajo el supuesto de ser el gran diferenciador comercial. Aunque no se trata de determinar mayores recursos a este elemento, sino de establecer un presupuesto que obedezca a necesidades específicas, que fortalezcan a la marca y le permitan convertirse en un referencial necesario en ilustraciones intervenidas por artistas, que cada vez toman mayor relevancia en redes sociales.
