Aunque el perfil de las personas con dislexia es mal comprendido y a menudo son tachados de “perezosos”, lo cierto es que son individuos con talentos específicos para desarrollar actividades que para otro tipo de profesionales requeriría un equipo entero.
De acuerdo con el ex jefe creativo de Saatchi & Saatchi Nueva York, Chris Arnold, en Estados Unidos hay más de 40 millones de personas con dislexia, pues tan solo en la renombrada agencia, la mitad del departamento creativo “es disléxico”.
Según Chris, las personas con dislexia tienen “chips distintos”, es decir, diferencias cerebrales que conducen a más creatividad y habilidades artísticas, así como la capacidad de visualizar las cosas de un modo distinto, ya que es algo así como “pensar visualmente”, ya que entre los famosos directivos disléxicos, destacan, Steve Jobs y Richard Branson.
Un análisis de Fast Company refiere que las personas en el espectro del autismo son más propensas a llegar a respuestas únicas a problemas creativos, es decir, se centran en las cosas de diferente manera que otros, de tal modo que la estructura lineal de la educación tradicional predispone a personas con dislexia a aventurarse a industrias creativas.
Para el director creativo de Gershoni, Gil Gershoni, una de las razones para que los disléxicos estén en la industria del marketing se debe a la naturaleza de la industria, la cual alienta a la gente a expresar las ideas ordinarias de una manera distinta, lo cual se vuelve “un activo valioso”.
Compañías como Autonomy Works y Ultra Testing tienen a más del 50 por ciento de sus empleados con autismo o dislexia, sin embargo, tienen el perfil “idóneo” para probar aplicaciones, navegadores, sitios web, plataformas de comercio electrónico.
Recientemente, trascendió que la agencia Tribal New York trabaja en una campaña que se llamará “DifferentBetter”, la cual buscará destacar las cualidades de las personas con dislexia o autismo como capacidades únicas y valiosas para las industrias creativas.
La dislexia crece como aptitud dentro de las industrias creativas, de tal modo que en la reciente edición del festival SXSW hubo paneles dirigidos para personas con dislexia, autistas o hiperactivas, donde se mostraba cómo aprovechar esas habilidades y resolver problemas de diseño de “manera única”.
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