Es ser una especie de personaje voyerista digital online. Procuro espiar en Facebook e Instagram. Estas redes sociales dicen mucho de las personas por lo que publican, por lo que no y por lo que pretenden posicionar sobre sí mismas y otros.
En Twitter, las personas asumen una postura más acartonada, quizá influenciados por proyectar una imagen fuerte y con forzada postura de su personalidad. Twitter ha perdido su sensibilidad social, quizá porque las marcas y las corporaciones lo han tomado y no precisamente con pauta. Fue la primera red social que las marca intentaron entender y controlar, sin suerte. Hoy en día, las cuentas de Twitter están tomando un perfil más social, organizacional, corporativo y se alejan cada día más de lo tribal, social y los comportamientos que proyectan un discurso antropológico que nos dicen cómo y por que somos como somos. Twitter se percibe frío, calculador, noticioso, informativo, oficial y estructurado. Su fuerza consiste en que nos obliga a concentrar contenido relevante en mínimos caracteres.
Mientras tanto, redes sociales como Instagram, Snapchat y Facebook se están estacionado más en lo emocional, familiar, tribal y promover deseos aspiracionales. Instagram contiene un tono más positivo, lúdico, sexual, hedonista y estético. Por su parte, Facebook funge como una especie de consejero moral del pueblo. Es más familiar, masivo. Tiene una mayor aceptación de la opinión pública y la “Moralina” de carácter conservador. Agrupa muy bien a las tribus urbanas y es una máquina de flirteo imparable, pasiva pero incontrolable.
Quizá Tinder y Grindr sean las redes sociales con una mayor especialización. Sus objetivos son muy claros. Vincularse socialmente, pasionalmente y sexualmente con los otros. Puro coqueteo y relaciones interpersonales. Son una válvula de escape ante la presión social y la doble moral offline. Si eres gay, quieres sexo sin compromiso o buscas una pareja, aquí están para ayudarte a meter un poco de contenido y experticias offline a tu vida. Pareciera contradictorio, pero estas redes sociales son un puente online para vivir offline.
Snapchat tuvo un origen incierto y al parecer obscuro. Comenzó como una forma de intercambio de “Nudies” -desnudos en un slang muy Generación Z o Young Millennial- entre niños. Una especie de salón de sexo digital para niños y adolescentes. De ahí, y para limpiar su imegen, lo han posicionado como un espacio más lúdico, fashion, frívolo, naíf y con distorsiones de la realidad, con la tecnología de la realidad aumentada.
¿Qué pronostico para el futuro?
Video, video y más video. Seremos unos grandes monstruos consumidores de contenido en video en nuestra red social de nuestra elección. Todas aquellos foros sociales que incorporen transmisiones online y formatos de fácil acceso al video serán los supervivientes en esta era y realidad social digital. Quizá por esto, Twitter, Facebook e Instagram cada día promueven mas el uso de transmisiones online por video.
¿Y si fuesen humanos las redes sociales, quienes serían?
- Facebook. Mujer, 35 años, muy comunicativa y chismosa. Valores familiares y con una doble moral.
- Twitter: Oficinista o godinez. con unos 32 años. Ambicioso, aficionado a la política y odia el mal servicio.
- Instagram. Mujer de 20 años. Fotógrafa que no le tema a nada. Cada día es un día nuevo y diferente para ella. Ama la comida pero no quiere estar gorda.
- Tinder. Hombre cuarentón. De mente y pensamiento abiertos. Probablemente divorciado y aficionado a las perversiones y juegos sexuales.
- Snapchat. Mujer adolescente de 15 año que está viviendo las primeras borracheras de su vida.
- Grindr. Millennial gay. Hombre de unos 23 años. en busca de aventuras y experiencias nuevas. Muere por conocer gente todos los días. Es un poquito dramático y soñador.