Un proyecto de ley que busca luchar contra los delitos de odio y la propagación de noticias falsas en las redes sociales, acaba de ser aprobado este miércoles por el Gobierno alemán, para obligar a que plataformas como Facebook, Google y Twitter, eliminen este tipo de contenidos, si no desean ser penalizadas con multas que pueden llegar a ser millonarias.
La decisión, que no ha gustado a las compañías tecnológicas ni a la oposición germana, dará a las primeras hasta 24 horas para borrar los contenidos que puedan representar amenazas, delitos de odio, de injurias, incitación a la comisión de delitos, actos violentos y pornografía infantil, mientras que el lapso será de una semana si se trata de borrar los mensajes que vayan en contra de la ley.
A través de esta nueva legislación, cuyas multas por incumplimiento pueden alcanzar hasta los 50 millones de euros, se concreta el acuerdo de los partidos de la ‘gran coalición’ de gobierno alemana, para que las redes sociales se hagan responsables de la difusión de este tipo de contenidos desde sus plataformas.
La propuesta, que también ha sido criticada por diferentes grupos de usuarios, periodistas y compañías tecnológicas por considerar que atenta contra la libertad de expresión, ha sido defendida por el ejecutivo a través del ministro de Justicia, Heiko Maas, quien señala que el derecho penal sirve para establecer ciertos limites a la libertad de opinión.
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Lo que ha dejado claro al explicar que: “Con nuestra propuesta de ley precisamos la obligación de tener que eliminar mensajes de odio ilegales e informaciones falsas que puedan ser sancionables” al tiempo que agrega que, “Los administradores de las redes sociales son responsables cuando sus plataformas son usadas para difundir mensajes de odio o noticias falsas”. Para Maas, “la libertad de expresión acaba cuando se comienza a infringir la ley”.
Una iniciativa que puede sentar precedente para la delimitación de las responsabilidades de las empresas tecnológicas. La libertad de expresión no puede ser la excusa en la que se amparen las redes sociales, (ni los usuarios) para permitir que se infrinja la ley, se promueva material extremista o aberrante, información falsa o se fomente el odio. Aunque es obvio que este tipo de medidas debe tener la flexibilidad y consideración suficiente para reconocer cuáles son los casos que lo ameritan, especialmente cuando el límite no sea claro. Lo que no será fácil…