El presidente Donald Trump es un fiel consumidor de contenidos a través de televisión, sobre todo noticiosos.
Trascendidos de The New York Times advertían que Trump despertaba antes de las seis de la mañana y comenzaba a ver las noticias en cadenas como Fox News y MSNBC.
Su comportamiento es parte de un fenómeno reportado en 2016 por Nielsen, donde se advierte que la televisión es la fuente número uno de noticias a nivel mundial, seguida de los motores de búsqueda y las redes sociales.
Esta predominancia ha forjado verdaderas fortunas en medios especializados en la emisión de noticias como Fox News, cadena a la que le explotó una bomba en la mano, en el momento en que sus audiencias comenzaba a incrementarse, cuando trascendieron supuestos casos de acoso sexual por parte de Bill O’Reilly, uno de sus conductores.
La noticia entorno a este verdadero escándalo mediático llevó a la cadena a dejar de contar con pautas publicitarias de marcas como Mercedes Benz, BMW y Hyundai, debido a la crisis en la percepción de la imagen de la cadena de noticias.
Frente a este escenario, Trump se declaro a favor del comunicador, en un hecho que no solo pone de relieve su papel dentro de medios televisivos, donde incluso ha conducido reality shows, sino que nos recuerda los señalamientos de mujeres en contra del presidente de Estados Unidos, al advertir que se trata de una persona con una pésima conducta hacia ellas.
¿Por qué es importante para la mercadotecnia este incidente? Al margen de los hechos como son las acusaciones de acoso sexual, que ya impactaron en la imagen de una cadena y de una de sus marcas personales, esto pone de relieve la capacidad que sigue demostrando la televisión como fuente de información noticiosa, con desarrollos enfocados cada vez más a extender estos contenidos a las redes sociales, en donde la conversación generada se convierte en una nueva métrica para las marcas de medios.