En lo que va del año, Facebook logró un valor de marca de 61 mil 998 millones de dólares, entre su red social, su servicio de streaming, su Facebook Messenger, Whatsapp e Instagram, según datos de Brand Finance.
Lo que parecía improbable para un hombre común que no ocupara un cargo público, como ser demandado por “darle like” a publicaciones racistas en Facebook, finalmente sucedió en Zurich, Suiza, donde una persona fue condenada por difamación.
Se trata de Erwin Kessler, quien fue acusado de racismo y antisemitismo, cuando al darle likes a las publicaciones las hizo visibles para un mayor número de personas, pero para las autoridades se trató de un acto con la intención de hacer daño y sin ninguna causa, es decir, está siendo procesado porque “le gustó” algo que alguien más publicó.
Para autoridades de Zurich, Suiza, se trata de un caso sin precedentes. El caso tenía que estar en la corte el 3 de abril, pero se pospuso, ya que, de ser hallado culpable, Kessler tendría una condena de 2 años de prisión.
Sin embargo, la defensa también ve como “inédito” un caso como este, por lo que creen que no existen sustentos jurídicos para armar un caso así, ya que se concentrarían en convicciones pasadas, buscando mostrar que las acusaciones son “injustificables”.
El caso del ciudadano que será juzgado por “dar likes” abre un debate sobre las restricciones de la libertad de expresión y hasta dónde pueda llegar una opinión, y si las leyes deben aplicar o no en estos casos.
Aunque en países como Rusia o China está prohibido emitir opiniones contra el gobierno, suelen ser comunes los casos donde se encarcelan a cibernautas que emitieron su opinión, pero en Suiza es un caso inédito, aunque la duda es qué pasaría si Kessler fuera encontrado “culpable”, y cómo se manejaría una pena justa.