Con las últimas elecciones presidenciales en la Unión Americana el término Fake News se ha vuelto un asunto común en los medios. Desde secretarios de relaciones exteriores en México hasta el presidente de EEUU lo han mencionado en conferencias de prensa y en su timeline de Twitter. Los estudiosos del tema no se sienten cómodos con el término Fake News pero creo que todo podemos coincidir en que ese es el nombre que la conciencia colectiva ha adoptado. Según Claire Wardle de First Draft una organización decidida a combatir el Fake News “La razón por la que tenemos dificultades con un reemplazo (para el término Fake News) es porque se trata de más que noticias, es todo el ecosistema completo de información. Y el término no llega a describir la complejidad de los diferentes tipos de información errónea (difusión involuntaria de información falsa) y la desinformación (creación y difusión deliberada de información que se sabe es falsa).”
Es un tema sumamente complejo para el mundo de los medios y para América Latina que se verá sumergida en importantes procesos electorales en los próximos años. México, por ejemplo, tendrá elecciones durante 2018 y en estos meses ha comenzado la batalla por el Estado de México un importante bastión electoral para cualquier partido. La importancia de que las noticias falsas o fake news no empañen las decisiones de los ciudadanos es crucial. El equipo de Fiesta Draft entiende a las noticias falsas desde el ecosistema informativo, no toda la información falsa es creada con la misma intención, hay consideraciones importantes:
Los diferentes tipos de contenido creados y difundidos
Las motivaciones de quienes crean el contenido
Las formas en que se difunde este contenido
En ese sentido Wardle apuntó que la sociedad debe estar preocupada por campañas sistemáticas de difusión de contenido que se sabe es falso “Los intentos anteriores de influir en la opinión pública dependían de tecnologías de transmisión “de uno a muchos”, pero las redes sociales permiten que ‘átomos’ de propaganda se envíen directamente a usuarios que, más probablemente, acepten y difundan un mensaje particular.” El problema es exponencial, una vez que se recibe un mensaje falso o impreciso y se comparte las probabilidad de meter la realidad de nuevo en la conversación es casi imposible. El ecosistema de información es tan veloz que las consecuencias de crear desinformación son casi ilimitadas y sólo mediante la colaboración de medios, periodistas y usuarios es posible alentar el proceso.
Según Danah Boyd Principal Researcher en Microsoft Research “la manipulación de los medios de comunicación con fines de lucro, ideología o diversión ha evolucionado con el tiempo. Las estrategias que los hackers, burladores y haters han implementado se han vuelto más sofisticadas. Las campañas se han vuelto más intensas. Ahora muchos de los actores que más se empeñan en socavar a los intermediarios de información institucionalizados están en la oficina más poderosa de la tierra. Están librando la guerra contra los medios de comunicación y los medios de comunicación no saben qué hacer más que informar sobre ello.”
Los 7 tipos de desinformación o fake news
Sátira o parodia
Falsa Conexión
Contenido Engañoso
Contenido Falso
Contenido Impostor
Contenido Manipulado
Contenido Fabricado
Según fake news cada uno de estos renglones tiene una razón, la sátira por ejemplo, no busca crear desinformación o noticias falsas pero en ocasiones implica confusión en el interlocutor. Este caso es claro en México y la Unión Americana en publicaciones como El Deforma y The Onion respectivamente que viven de presentar noticias desde una óptica satírica. En el extremo contrario se puede ubicar la información fabricada con el fin de engañar, en su mayoría es contenido falso.
La motivación de las noticias falsas o la desinformación es el tema central, Wardle estima que las razones por las que se crea contenido con el fin de engañar se limita a la combinación de las siguientes razones: periodismo deficiente, parodia, provocación, pasión, partidismo, provecho, poder o influencia política y propaganda.
En México y América Latina se comienza a evaluar el crecimiento de desinformación y fake news. En un gráfica reciente de Global Voices se puede observar el incremento de noticias falsas por país a nivel mundial. En México por ejemplo hay 5 casos registrados desde que se comenzó el proceso de seguimiento, en EEUU 11 y en Canadá otro más. Los números con seguridad seguirán en ascenso en la medida en que no se atienda el problema.