Las relaciones públicas (también conocidas con el acrónimo en inglés “PR”) es una de las herramientas más antiguas para lograr el posicionamiento y legitimidad de personas, marcas e instituciones.
La práctica de las RRPP de manera profesional se remonta, según los historiadores, a los inicios del siglo XX, con el nacimiento de algunas agencias de publicidad que comenzaron a implementar estrategias de relacionamiento público; aunque otros coinciden que ya se aplicaban técnicas de negociación e influencia pública en la época de la colonización de América o el movimiento para abolir la esclavitud en Inglaterra.
Lo cierto es que, desde sus inicios y hasta el día de hoy, uno de los propósitos centrales de las relaciones públicas es el de generar vínculos estrechos con los medios de comunicación y fungir como intermediarios entre éstos y las empresas o instituciones a quien se representa.
Las formas en que tradicionalmente se ha llevado a cabo esta actividad no cambiaron mucho durante décadas, pues estaban sujetas a los panoramas empresariales y de los medios de comunicación que tampoco solían cambiar demasiado; la televisión, el radio y la prensa escrita vivieron algunas transformaciones a lo largo de su historia, pero nada comparado con la gran sacudida que la industria periodística sufrió con la llegada de la era digital.
Antes de la aparición y desarrollo del internet, las herramientas tradicionales que las RRPP empleaban para lograr los objetivos de comunicación de sus clientes, se limitaban a tácticas como la generación y envío de comunicados y boletines de prensa, la organización de conferencias de prensa, los acercamientos con reporteros y editores; las negociaciones con entes públicos y privados, así como el cabildeo político.
Sin embargo, a raíz del nacimiento de los medios digitales, que tuvo como obvia consecuencia la evolución en la forma en que consumimos toda clase de contenidos, estas técnicas comenzaron a verse obsoletas y a perder impacto entre los periodistas que cada vez están más acostumbrados a recibir información rápida, apoyada en lo audiovisual y, sobre todo, inmediata. Comenzaron, pues, a ser difíciles de sorprender.
Este nuevo panorama obliga al sector de las relaciones públicas a adaptarse e idear novedosas técnicas que logran generar un impacto real con los periodistas, quienes cada vez se interesan menos por el típico comunicado de prensa de miles de caracteres o la poco novedosa conferencia de prensa.
Así, para las agencias de relaciones públicas que realmente buscan trascender y hacer que su mensaje sobresalga, es fundamental olvidarse de paradigmas y asumirse como un híbrido cuyas estrategias echan mano de los recursos de otras disciplinas, como el marketing o el BTL, aprovechando siempre la tecnología y haciendo un uso efectivo de las nuevas formas de comunicación apoyadas con las tecnologías de la información, los recursos online y las redes sociales.
Un reportero jamás se verá impactado de la misma forma con un tedioso comunicado de prensa (de entre los cientos que a diario recibe en la bandeja de entrada de su mail), que con una atractiva y fresca activación diseñada a la medida para satisfacer su curiosidad de periodista y con la que logra vivir una experiencia que le permite entender justo lo que el cliente necesita comunicar.
De la misma forma, muchos medios se transforman año con año y generalmente, los esfuerzos de RRPP también pueden cambiar. Ante la crisis de los medios, muchos de ellos optan por contratar a muchos colaboradores, en lugar de reporteros de planta; es importante también no olvidar otro tipo de publicaciones y echar mano de blogs, videoblogs e incluso libros.
Ante esta nueva realidad, es labor de las agencias de relaciones públicas, echar a volar su imaginación y olvidarse de las añejas prácticas que cada vez aportan menos a la comunicación deseada, para emplear cuanto recurso esté a sus manos para con esto interesar, emocionar, impactar y cautivar a los periodistas ávidos de experiencias. Al fin y al cabo, todo cambia, y para las agencias de cualquier tipo, el momento de renovarse es ahora.