La ministra de Interior de Reino Unido, Amber Rudd, no está de acuerdo con las políticas de privacidad de los servicios de mensajería, de hecho ha explicado que para ella es “totalmente inaceptable” que tengan un sistema de cifrado al que no pueden acceder los cuerpos de seguridad, para tener información sobre lo que intercambian los terroristas a través de apps como WhatsApp.
Las declaraciones realizadas por Rudd, el pasado domingo a la BBC, dan cuenta de lo que considera una necesidad para la lucha contra el terrorismo, y que es brindar a las agencias de inteligencia la posibilidad de acceder a plataformas de mensajería como WhatsApp.
El tema ha salido a la palestra tras conocerse que a través de WhatsApp, Khalid Masood, el autor del atentado ocurrido el pasado miércoles en Londres, uso este servicio para comunicarse, justo antes de perpetrar este ataque en el puente de Westminster, sin que los investigadores del caso puedan tener conocimiento los receptores de estos mensajes.
La ministra de Interiro, señaló durante sus declaraciones: “Es totalmente inaceptable, no debería haber lugar en el que los terroristas puedan esconderse. Tenemos que estar seguros de que organizaciones como WhatsApp, y hay muchas otras como esa, no faciliten un lugar secreto para que los terroristas se comuniquen entre ellos”, al tiempo que agregaba: “Tenemos que asegurar que nuestros servicios de inteligencia tengan la capacidad de acceder”, en este caso, a WhatsApp.
WhatsApp ofrece a sus usuarios desde abril de 2016 un cifrado ‘end to end’ para garantizar una mayor privacidad y seguridad sobre la información volcada en sus mensajes y los emisores y receptores de la misma, de forma tal que sólo las cuentas que se comunican entre tienen acceso a los mensajes enviados. Este sistema impide conocer las conversaciones aunque sean interceptadas, pues se necesita una claves criptográficas para descifrarlas.
La posición del ejecutivo británico no es nueva, pues muchos son los gobiernos y sucesos que llevan a las autoridades a solicitar a las empresas de tecnología, acceso a los datos de teléfonos como ha pasado en otras ocasiones con Apple, que se negó a dar acceso al FBI, al teléfono de un terrorista que mató a 14 personas en un ataque en San Bernardino, Estados Unidos.