Los establecimientos de los retailers además de competir entre si, tiene ahora que hacerlo contra las tiendas online, para poder cubrir las crecientes demandas de los cada vez más conectados consumidores. Y para ello, deben saber que esperan sus clientes…

Uno de los aspectos más llamativos de un reciente estudio del International Council of Shopping Centers, revela que un 60 por ciento de los consumidores espera para 2020, poder realizar sus compras por su cuenta, sin necesidad de tener que interactuar para ello, con personas físicas. Eso si, siempre y cuando los establecimientos les ofrezcan acceso fácil a los productos y tallas que necesiten.

Así mismo, entre los resultados de la investigación, 53 por ciento de los compradores, cuando se trataba de muebles y decoración, preferirían poder ver como lucen en su hogar, antes de comprarlos.

Mientras que otro 52 por ciento, reportaba que querían tener la posibilidad de elaborar una lista de productos a comprar que se almacenase en una app de la tienda, para luego recibir un mapa con la ubicación de los productos en la tienda física.

En el estudio, también se ha mostrado la aceptación que tienen los servicios de click-and-collect entre los consumidores, y mientras un 72 por ciento reporta que ha comprado a través de los dispositivos móviles y ha pasado luego a recoger el producto en las tiendas, lo que más lo utilizan, son los millennials, en un 87 por ciento.

Por otro lado, aun cuando otros estudio parecen indicar lo contrario, esta investigación señala que existe demanda para las apps de las tiendas, pues un 71 por ciento reporta tener una o más en sus smartphones y un 74 por ciento asegura acceder al ellas al menos una vez por semana. Una tendencia que, nuevamente es liderada por los millennials, que utilizan dichas aplicaciones semanalmente en un 86 por ciento de los casos.

Por último, la personalización parece ser clave para los consumidores, que en este caso, en un 40 por ciento, estaría de acuerdo con la interesante propuesta de que los retailers ofrezcan precios según el historial de compra y otras variables demográficas de los consumidores.