El smartphone se ha convertido en un dispositivo indispensable para millones de personas en todo el mundo, tanto que la Asociación Internacional de Operadores Móviles (GSMA por sus siglas en inglés) proyecta que a finales de 2017 habrá cerca de 5 mil 700 millones de usuarios de dispositivos móviles en el mundo.
Este año esta enmarcado por el regreso de marcas que fueron icónicas, uno de ellos es Nokia que presentó aun modelo lleno de nostalgia al revivir el 3310, recordado por muchos por su resistencia y el famoso juego de vinorita (Snake).
La compañía ahora bajo la manufactura de HDM Global presnetó un nuevo dispositivo con un retoque estético en su hardware y con pantalla a color.
Esto fue aprovechado por la firma joyera Caviar al lanzar una edición especial del Nokia 3310 con un emblema incrustado en oro y titanio que refleja el rostro del presidente ruso Vladimir Putin.
Las marcas de lujo sobresalen por que ofrecen productos de un alto valor económico, pero también por que suelen estar relacionadas con valores como calidad, distinción, status, exclusividad, personalización y diseño, mismos que son atractivos para el consumidor pese al costo que implica adquirirlos.
Esto es a lo que busca apelar Caviar. De hecho no es la primera vez que ejecuta una acción similar, ya que hace unos años lanzó al mercado un iPhone 6S hecho de titanio y detalles de oro, del cual sólo se fabricaron 63 unidades, su precio superaba los 3 mil dólares.
Esto fue emulado el año pasado por el retailer de lujo Goldgenie, que ensambló un iPhone 7 con una carcasa en oro de 24 kilates, incrustado con diamantes y, como valor agregado le imprimió el retrato del presidente de Estados Unidos Donald Trump.