El glamour de la alfombra roja, el show que en sí misma representa la gala así como la relativa referencia sobre las tendencias que darán forma a la industria cinematográfica en los siguientes doce meses fueron algunos de los elementos que dibujaron el camino para su globalización, hecho que le
permitió captar la atención de una buena parte de la población a nivel mundial.
No obstante, durante casi una década, las audiencias de la que antes era considerada como la fiesta máxima de la industria cinematográfica, registran números a la baja, asunto que no es tema menor para el sector publicitario y mediático americano, que gracias a este evento logra incrementar de manera considerable sus resultados de negocio.
Sólo en Estados Unidos, la entrega de los Premios de la Academia del año pasado fue vista por 34.3 millones de personas, cifra que se mantuvo por debajo de los 43.7 millones de televidentes registrados durante 2014, según datos de Statista.
Aún sí, es uno de los programas más vistos sólo detrás del Super Bowl y otros juegos del futbol americano profesional, fenómeno que le permite ubicarse como uno de las transmisiones más redituables en términos publicitarios.