De acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Estados Unidos es el país con mayor muertes violentas, es decir casi 5 por cada cien mil habitantes. En Estados Unidos el derecho de los ciudadanos de portar armas se basa en un apartado la Segunda Enmienda de la Constitución. Un estudio realizado durante el 2013 reveló que el porcentaje de hogares estadounidenses en los que al menos uno de los miembros tiene un arma de fuego es del 43 por ciento de acuerdo con Gallup. El problema es mayor cuando a esto le sumamos la promoción de armas en menores de edad. Tal es el caso de la empresa de armas Italiana llamada “Fábrica de Armi Pietro Beretta” que opera en diversos países del mundo, quien recientemente compartio un video en su cuenta oficial de Facebook, en donde promueve la reacción de una niña de aproximadamente 10 años, al recibir su primer arma una 686 Silver Pigeon, acompañada del hashtag #Berettajoy.

El video está en la página oficial de @BerettaUsa y tiene más de 8, 350, 900 reproducciones, siendo uno de los más vistos de la marca.

Y aunque como lo mencionamos anteriormente en EEUU existe un derecho civil de portar armas, las empresas tienen la responsabilidad de no promover el uso de armas en menores de edad. La responsabilidad no sólo es por parte de la marca, si no también de los padres. Ya que de acuerdo con la ley de la edad legal cambia de estado y según el tipo de arma, pero casi todos exigen ser mayores de 18 o 21 años. No hay razón por que fomentar el uso de armas ni como marca, ni como padres de familia.

En los últimos años hemos sido testigos de diferentes actos de violencia, en donde se han visto involucradas armas de fuego portadas por menores edad principalmente en escuelas o lugares de entretenimiento. El problema no sólo ha sido en EEUU, a principios de este año  México también presentó un problema similar en una escuela de la ciudad de Monterrey. Las marcas tienen la ventaja de tener diversos canales de comunicación en la cual su deber es promover aspectos positivos para los consumidores y más cuando existen menores de edad involucrados en el tema.