Conocida por sus camareras con atributos físicos exuberante, esta cadena de restaurantes estadounidense regresa a España en julio, a probar suerte en el centro comercial Vilamarina de Viladecans, ubicado en Barcelona, después de su primer intento en Gran Canaria, donde funcionó desde 2007 a 2010.
Estos establecimientos, que son acusados de sexistas debido a que se ha autodenominado desde sus inicios en 1983, como brestaurant (mezcla de las palabras en inglés breast (pecho) y Restaurant), desde 2011, Hooters asegura tener una nueva política en cuanto a las mujeres que atienden a los clientes, al aceptar, como señala Julio Arias, director general de expansión de la compañía en España y Portugal, a féminas con físicos variados.
La cadena tiene previsto abrir 15 nuevos establecimientos en España durante los próximos siete años, y después del primero en Barcelona, le seguirán uno en Madrid y otro en Sevilla. Tal como es tradición en Hooters, el total del personal que atienda a los clientes, serán mujeres mientras que la contratación de hombres será para cargos en la cocina y organización.
Desde Hooters señalan que las camareras podrán escoger entre dos uniformes que califican de ‘deportivos’, el tradicional de camiseta escotada y pantalón corto o el de leggins de color carne y un chándal, ambas opciones disponibles en todas las tallas.
El anuncio de su regreso a España ha llenado las redes sociales de comentarios negativos, a lo que Arias ha respondido que: “Si estuviéramos hablando de Hooters de los años 80 y 90, yo no trabajaría allí”. A lo que agrega que la cadena, tras ser vendida por Coby G. Brooks, hijo del fundador, al fondo H.I.G Capital, ha cambiado, por lo que no se podría hablar de “brestaurant”, “comida basura” o contratación de personal sin experiencia basándose en sus atributos físicos.
Hooters cuenta con presencia en varios países de Europa como Alemania, Austria, Reino Unido, Suiza, Hungría, República Checa y Rusia.