La industria automotriz es una de las mÔs rentables a nivel mundial, muestra de ello es que durante 2016 se vendieron alrededor de 75 millones automóviles nuevos en el mundo, de acuerdo con estimaciones de Scotiabank y Statista.
Este sector estĆ” de moda no sólo por la polĆtica económica que impulsa el preseidente de Estados Unidos, Donald Trump, sino porque estĆ” en desarrollo una de las carreras mĆ”s llamativas de los Ćŗltimos aƱos, en la que participan un gran nĆŗmero de marcas; los self-driving car y vehĆculos elĆ©ctricos para el mercado masivo.
Pero parece que se asoma un nuevo salto en esta industria, pues ya hay planes para el desarrollo de los autos voladores, algunos enfocados al traslado de pasajeros de manera comercial.
Uber, es una de las compaƱĆas que quiere participar en esta tecnologĆa y para ello contrató a Mark Moore como director de ingenierĆa para aviación.
Morre, es un ex ingeniero de la NASA que, de acuerdo con un reporte de Bloomberg serĆ” en encargado de dirigir Uber Elevate, la división que busca desarrollar vehĆculos capaces de despegar y aterrizar verticalmente (conocidos como VTOL en inglĆ©s).

El objetivo de Uber es mejorar los servicios de traslados, un sector distinguido por su modelo de negocios de economĆa colaborativa en la que es una de las lĆderes –Cabify y Lyft son otras-, pero que desde hace tiempo busca dotarlo de nuevas tecnologĆas como los self-driving car, de los cuales ya realiza pruebas en algunas ciudades de Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, la startup valuada en 68 mil millones de dólares no es la Ćŗnica, pues otras compaƱĆas estĆ”n desarrollando sus propios proyectos. El caso mĆ”s reciente que ha difundido sus intenciones de incursionar en autos voladores es Airbus, que con su división denominada Urban Air Mobility (Movilidad Urbana AĆ©rea) trabaja en el desarrollo de nuevas tecnologĆas que derivarĆan en un taxi volador autónomo este mismo aƱo.
TambiĆ©n estĆ” el gigante automotor Toyota Motor Co. que reunió a un equipo que se dedica a la innovación y a la creación de un posible automóvil volador, incluso ya cuenta con una patente en Estados Unidos. Igualmente destaca el caso de Larry Page, cofundador de Google, quien ha invertido 100 millones de dólares en dos empresas (Zee.Aero y Kitty Hawk) que estĆ”n desarrollando este tipo de vehĆculos.