Los primeros días de gobierno del presidente Donald Trump han traído para México una serie de novedades que suponen cambios y adaptaciones en las estrategias.
El rechazo por parte del estadounidense al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) sugiere que se debilitan las cadenas productivas entre EU, Canadá y México, aminorando los esfuerzos de diversificación de los mercados existentes, por ello, el Gobierno Mexicano anunció medidas posteriores.
El gobierno mexicano informó que buscará establecer tratados de libre comercio con seis naciones del área Asia-Pacífico: Australia, Brunéi, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam.
Dichos países firmaron previamente el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica, mismo que no fue ratificado por las autoridades de Estados Unidos y Chile.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, explicó que el presidente de la República le instruyó a que convierta el TPP en acuerdos bilaterales con los países con los que no se tienen convenios de libre comercio.
Vietnam es un caso claro de lo que representa un acuerdo bilateral, pues se trata de un competidor manufacturero para los empresarios mexicanos en la industria textil, por ejemplo, así que ambas partes se beneficiarían con tratos definidos.
Antecedentes
De acuerdo con Trump, el TLC beneficiará a EU y no a naciones como México, que deportará a los millones de migrantes que habitan en la nación americana, entre otras promesas que afectan directamente a las industrias.
Personajes como el expresidente de México, Ernesto Zedillo, reaccionaron a los anuncios de Donald Trump para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En un artículo para la página editorial de The Washington Post, dijo que si Trump decide “matar” al TLCAN, México tiene otros instrumentos para progresar refrendando su compromiso con la apertura de mercados.
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