Realizar una segmentación efectiva es una de las tareas vitales que tiene que llevar cada una de las empresas que ofrecen algún producto o servicio, pues de esta forma se pueden clasificar las distintas personalidades, gustos aptitudes de sus clientes agrupándolos dependiendo de las características que tengan en común, logrando un forma personalizada de poder cumplir sus necesidades.
De hecho, la relevancia de la segmentación de mercados debería ser una prioridad mayor entre las empresas, pues sólo el 31 por ciento de los consumidores afirma que las empresas entregan de manera consistente experiencias personalizadas en diversos canales, por lo que deciden no consumir ciertos productos o servicios debido a ese factor.
Unas de las principales metas de esta estrategia que servirá para poder llegar de forma concreta a tu audiencia, será definir los objetivos de ventas, vinculación y recomendación de cada segmento de clientes, así podrás destinar ciertos recursos a los diferentes segmentos de clientes, para la realización de los presupuestos asignados a promociones o recompensas a los clientes.
Existen tres estrategias de segmentación clásicas que se aplican para cualquier industria, con el único objetivo de medir la efectividad de la actividad comercial:
- Segmentación sociodemográfica. La que se enfoca en el aspecto económico, cuanto gastan, en que lo gasta y por que gastan los clientes.
- Estrategia de segmentación de valor actual contra valor potencial. Con esta opción clasificarás la rentabilidad y el nivel de facturación que tiene el usuario con la empresa, básicamente esta enfocada a la cartera del cliente.
- Segmentación por ciclo de vida del cliente. Se toman en cuenta la captación, el desarrollo, la fidelización, hasta el termino de su relación con la marca.