Una de las habilidades más importantes para el desarrollo profesional y para materializar el mayor número de oportunidades laborales es, sin lugar a dudas, la de saber comunicar efectivamente. Saber expresar nuestras ideas, así como transmitir información y hechos es clave para el desarrollo dentro de una organización.
Tener la capacidad para sintetizar información y transformar lo abstracto en conceptos más concretos es clave. ¿Cómo hacer para que tus ideas “suenen bien” a la hora de comunicarlas? ¿Qué hacer para realmente atraer el interés (y la cooperación) de tus interlocutores? La diferencia radica simplemente en el nivel de claridad con el que manejas tus ideas y la información que quieres transmitir.
Si eres capaz de comprender a detalle los hechos e información relevante, podrás sintetizar y transmitir de manera más efectiva lo que quieres decir, mientras que si tu comprensión es más vaga y superficial la interlocución será mucho más complicada.
A continuación, comparto cuatro fundamentos esenciales para potenciar tu capacidad de comunicación en el trabajo:
Primero el Input, luego el Output
Comunicar no solo implica integrar y transmitir mensajes efectivamente, sino que esos mensajes produzcan el efecto que deseas. Tener la capacidad de observar una situación antes de actuar y de escuchar ideas y posturas de las personas involucradas es una de las principales claves para comprender a mayor profundidad todas las facetas de dicha situación y, en consecuencia, poder transmitir la información adecuada para obtener el resultado que deseas con mayor efectividad.
Conoce a tu audiencia
Comunicar efectivamente, no solo implica que debes conocer los hechos y pulir la forma en que los debes transmitir, sino que también debes conocer quién es la audiencia que te está escuchando. El mismo hecho puede ser interpretado de forma muy diferente entre dos personas o departamentos, por lo que saber que decirle a cada quien es esencial.
Enfócate en los hechos, no en las personas
Una vez que conoces a tu audiencia, hay que saber separar las emociones y sentimientos de los mensajes ya que es muy común que la forma en la que percibimos las situaciones sea deformada por la personalidad de las personas involucradas en estas. Una situación que involucre a alguien que te “caiga bien” ciertamente será mucho más fácil de llevar que una que involucre a alguien con quien simplemente no haces clic. Dejar a un lado las diferencias y centrarse en los hechos y la información relevante es clave para lograr el mejor resultado posible.
Dirige la respuesta emocional
Tener la capacidad para empatizar y alentar a las personas es otra de las claves más importantes en la comunicación. Tus interlocutores serán mucho más propensos a colaborar contigo si les caes bien; punto. Entre más logres empatizar con ellos y más capacidad tengas de alentarlos, mejor será el resultado que obtengas de los mensajes que comuniques.
¿Qué deseas comunicar? ¿Qué tanta claridad tienes al respecto? Lo que sea que desees transmitir dependerá, sin duda, de los puntos mencionados en este artículo. Seguiremos platicando de éste y otros interesantes temas en la próxima semana. Mientras tanto, te invito a participar en este espacio y a seguirme en @carlosluer. ¡Nos seguimos leyendo por aquí!