Internacional.- Las grandes compañías no se inmolan por convicciones ideológicas. El que crea lo contrario, está equivocado. En ese contexto hay que analizar el último anuncio de las dos principales automotrices coreanas del mundo.
Donald Trump parece estar dispuesto a cumplir su promesa de gravar con un fuerte impuesto a los autos producidos fuera de los Estados Unidos. Es por eso que no sorprendió el anuncio de Hyundai Motor Group y Kia Motors Corp de aumentar la inversión en ese país en un 50 por ciento a lo previsto.
Es que por más convicciones ideológicas que se puedan tener a las políticas de Trump, para las empresas, “business are business“.
Según lo dado a conocer por el máximo CEO del grupo que aglutina a las mayores automotrices coreanas, invertirán 3.100 millones de dólares en cinco años y podrían construir una nueva fábrica en ese país, todo, en medio de las amenazas del presidente electo estadounidense de gravar hasta en un 35% las importaciones de vehículos.
Aunque Chung Jin-haeng negó desde Seúl que la modificación del plan inicial fuera una respuesta a la presión de Trump, todos entienden que los números de ninguna automotriz cierran si debe competir con un 35% de impuesto extra. Más aún si ese mercado es considerado estratégico para las marcas coreanas.
Hoy, Hyundai tiene una fábrica en Montgomery, Alabama, mientras que Kia administra otra en Georgia.
Qué pasará en México
Respecto de la fabricación de autos en México, Chung confirmó la producción de vehículos Kia en Nuevo León y dijo que Hyundai Motor, que no tiene una fábrica en este país, también ensamblará autos de esta marca en la misma planta, como estaba previsto con anterioridad.
“Sin embargo, dijo que están decidiendo que su capacidad anual prevista de 400.000 vehículos está sujeta a cambios”, publicó Reuters.
Chung explicó asimismo que el grupo está considerando la construcción de una nueva fábrica en los Estados Unidos para producir autos de gama alta. “Esperamos un impulso en la economía de los Estados Unidos y una mayor demanda de varios modelos, mientras el presidente electo Trump cumple su promesa de crear un millón de empleos en cinco años”, dijo a la prensa.
“Los fabricantes de automóviles están ansiosos por cooperar con la administración entrante mientras se preparan para pedir favores, incluyendo reglas más débiles de economía de combustible e impuestos corporativos más bajos”, asegura Bloomberg, agregando que General Motors, el mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos, “planea anunciar este martes una inversión de mil millones de dólares en plantas estadounidenses durante varios años”.