El valor de marca de los deportistas se aleja a veces de su momento deportivo. La prueba de ello es el tenista Roger Federer, quien a pesar de pasar seis meses lesionado de su rodilla izquierda, logró convertirse en el deportista número uno en cuanto ingresos por sus patrocinios.
De acuerdo con un estudio realizado por la London School of Marketing, el jugador suizo amasó un total de 60.7 millones de dólares durante 2016, sólo en ganancias debidas a sus patrocinios.
El sitio web Statista calcula en un rubro aparte sólo 7.8 millones de dólares como las ganancias de Federer debidas a sus éxitos deportivos.
Sobre ello, Jacques de Cock, uno de los encargados de realizar el estudio, afirma que una buena parte de las ventas publicitarias de los deportistas se deben a la personalidad que despliega cada uno de ellos.
Esto es interesante, dado que el tenis no es considerado uno de los deportes más seguidos en el mundo.
Statista calcula que apenas 17 millones de personas en los Estados Unidos practican ese deporte. No obstante, la misma fuente estima que los gastos publicitarios relacionados con el tenis sumaron 801 millones de dólares durante 2016.
Entre las marcas que patrocinan a Federer se encuentran Nike, Gillette, Wilson, Credit Suisse, Mercedes Benz y Rolex. Los últimos tres en general dirigen sus esfuerzos publicitarios hacia los sectores de población con un alto poder adquisitivo, lo cual explica una parte del éxito comercial del tenista suizo.
En la misma lista se ubican figuras como el basquetbolista LeBron James, además de los golfistas Phil Mickelson y Tiger Woods.
El golf es también visto como un deporte que sólo es capaz de atraer a consumidores de amplios recursos, por lo que entre sus varios patrocinadores se pueden ubicar marcas como Callaway, KPMG, Barclays, Accenture y, nuevamente, Rolex y Nike.
Statista calcula que su valor de mercado alcanza los 70 millones de dólares, pese a contar con apenas 24 millones de personas que lo practican constantemente.
Si bien el futbol es considerado como el deporte más popular en todo el mundo, las marcas parecen favorecer más la imagen personalizada de las figuras mencionadas.
Tan es así que, aún cuando se le considera como el futbolista mejor pagado en el mundo, el portugués Cristiano Ronaldo apenas alcanzó el octavo lugar en esta lista.