Los primeros días de transferencias del mercado de invierno (abierto a partir del 1 de enero) han llevado las miradas del mundo hacia la Superliga china tras la contratación de jugadores como el argentino Carlos Tévez y el brasileño Oscar.

Se trata de una nación que cuenta con una pobre historia en el deporte. No obstante, en los últimos años ha comenzado a detonar el mercado de pases mediante la cuantiosa inversión en fichajes de cierto tipo de futbolistas.

Esto se debe, en primer término, al deseo expreso del mandatario chino Xi Jinping, por desarrollar en la población de su país la afición por este deporte.

Desde 2015, el gobierno anunció que invertiría un total de 800 mil millones de dólares durante la próxima década para la construcción de más de 20 mil escuelas de futbol que sirvan para desarrollar jugadores locales capaces de emigrar al futbol europeo, según datos recopilados por el diario El Mundo.

La implementación de esa política también ha estado acompañada por el feroz esfuerzo de los clubes de ese país por atraer a jugadores del viejo continente. Ello con la finalidad de atraer a las nuevas generaciones a practicar el balompié.

Aun así, el torneo chino está lejos de llamar la atención al público de su país de la manera en que lo hacen actualmente las principales ligas de Europa.

Datos de Statista revelan que en China, los fanáticos del balompié siguen en un mismo porcentaje (62 por ciento) las ligas de Inglaterra y España. Ese factor puede ser útil para entender que una parte de la inversión pretende ayudar a que los aficionados chinos aumenten su interés por el futbol doméstico.

Hace un par de años, la MLS, liga profesional principal de los Estados Unidos, intentó imitar la estrategia de China al contratar a jugadores como Steven Gerrard o Frank Lampard, y años antes, a David Beckham.

Solo que, a diferencia de China, todos estos jugadores se encontraban en la última etapa de su carrera futbolística. Además, sus sueldos, nunca alcanzaron los 42 millones de dólares anuales que percibirá Carlos Tévez en el Shanghai Shenhua.

La firma de contratos millonarios como este ha colocado a la liga china en el primer lugar mundial en gasto de transferencias, con más de 336 millones de dólares invertidos en la compra de futbolistas en la primera etapa de transferencias de 2016, según cálculos de Statista.

De hecho, la misma fuente acota que la cuarta liga en ese rubro fue la segunda división del mismo país, con un gasto total durante enero del año pasado que superó al total invertido por los torneos de Alemania, España y Francia. La MLS ni siquiera figura.

La exposición mediática aumenta cada vez que se da a conocer la llegada de estos jugadores, en especial porque China es considerada en nuestro contexto como un destino exótico para un futbolista.

Ante el fichaje de Tévez surgieron notas en diversos medios que explican la historia del club en el cual va a jugar. En Argentina, medios como Olé y La Nación especularon diariamente sobre la posibilidad de la partida del llamado ‘Apache’ hasta el día en que se hizo oficial su traspaso.

Es claro que el auge económico vivido en China ha alcanzado a prácticamente todas los sectores e industrias del mundo. El posicionamiento de su futbol es un proceso en marcha, ya que aún con los fichajes que ha anunciado, será difícil considerar todavía a esa liga como una de las más competitivas del mundo.

Sin embargo, al ofrecer a destajo millonarios salarios, lo visto en los últimos días puede ser un aviso de lo que vendrá en los próximos años.