La llegada de Luis Videgaray a la Secretaría de Relaciones Exteriores se convirtió en uno de los episodios políticos con más impacto con los que arranca 2017.
En la nota ¿Qué es un political environment? ya dábamos cuenta del impacto que tienen las decisiones políticas en la efectividad de las compañías y de sus estrategias de mercadotecnia, al ser el contexto un elemento que ayuda a entender la empatía que se genera ante determinadas acciones como regulaciones en publicidad o normas sobre acciones como la importación o exportación de bienes.
La llegada de Videgaray a la oficina encargada de la relación e imagen de México en el exterior es clave desde el punto de vista del marketing, debido al perfil económicos y empresarial con el que cuenta el funcionario, quien ejerció una primera acción clave en el manejo de una marca personal: transparencia, al aceptar que desconoce la materia diplomática.
Esta disociación de las tareas diplomáticas en Videgaray, nos llevan a observar el perfil económico con el que cuenta, pues anteriormente ocupó la secretaría de Hacienda, el órgano de recaudación tributaria y administración financiera del país.
La llegada de Videgaray con este perfil nos hace observar la percepción positiva que generó en el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien reconoció que se trataba de un hombre clave para la realización de tratos entre México y Estados Unidos, país con un perfil económico determinante en el país, pues el impacto que ha tenido en la cancelación de inversiones como ocurrió con Carrier o Ford, motivadas por el discurso de Trump, por lo que la imagen de Videgaray como responsable de relaciones exteriores de México, da la pauta a México de mantener un equilibrio comercial con la nueva administración federal de EU, apoyándose en dependencias como la Secretaría de Economía o ProMéxico, organismos clave para las empresas y marcas mexicanas.
El papel económico del nuevo canciller se convierte en una estrategia económica determinante en marketing, no solo por el impacto que tendrá en las estrategias que empresas y marcas apliquen de cara a sus primeras acciones, sino porque sus primeras actividades como canciller han implicado marca personal, como lo explicamos en párrafos anteriores y marketing gubernamental, al apostar por un perfil que cuenta con la simpatía de la nueva administración federal de Estados Unidos.