El mercado de lujo tiene una serie de estrategias con las que logra aterrizar a mercados o establecerse dentro de segmentos en los que lideran determinadas marcas competencia.
Pensemos en la llegada de Louis Vuitton a México. Su arribo puede ser considerado una estrategia que logró establecerse no solo como la marca con mayor valor dentro del mercado de lujo a nivel internacional, se estableció como la marca referencia en moda y accesorios en el país, considerado como un mercado nuevo y referente dentro de la región iberoamericana.
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This is how luxury is done in #Mexico. @louisvuitton #louisvuitton 😍😍😍 go to the 👻 for so much more pic.twitter.com/4Y4weFOGDK
— Krystle Jones (@Krystlejones) 21 de junio de 2016
Este tipo de estrategias nos llevan a mirar otros ejemplos como la llegada de Tesla al mercado automotriz, sus innovaciones como conducción autónoma y alimentación eléctrica, han hecho pausa en el espíritu de sustentabilidad de este vehículo para introducirlo en el mercado de automóviles de lujo, donde según proyecciones de Statista, registra un valor de marca de 4.44 mil millones de dólares.
#Luxury Tesla: Giving Luxury a Green Footprint https://t.co/qYHMp91ag8 pic.twitter.com/C9EItSSHwB
— Luxury Blog (@BlogLuxuryblogg) 18 de diciembre de 2016
Las estrategias de producto de prestigio tienen una clave: la reputación con la que cuentan estas marcas y que se basa en gran parte, en la tradición histórica con la que cuentan estas compañías de lujo.
Marcas de prestigio
El valor de marca dentro del mercado de lujo, por ejemplo, es una métrica que nos ayuda a establecer nuevas formas dentro del mercado, en donde las marcas con un mayor valor, representatividad internacional y tradición, logran implantar nuevos parámetros dentro del mercado en donde no solo se establecen precios, sino experiencias basadas en la innovación, clave para lograr competitividad.