Buenos Aires, Argentina.- La tentación de utilizar Photoshop es muy grande cuando se quieren corregir detalles. El problema se genera cuando un político quiere borrar demasiado.
En plena discusión por la aprobación de una ley en Argentina relacionada con el cobro de un impuesto a los trabajadores (Ganancias), el mes pasado se hizo una importante reunión entre máximos representantes del Gobierno de Mauricio Macri y diputados de la oposición en el Congreso Nacional.
Como suele suceder en estos casos, el encuentro estuvo amenizado con algo para comer y beber. Hasta aquí, ningún problema.
Todo se complicó después, cuando se tomó la decisión política/marketera de dar a conocer imágenes de la reunión. Fue allí que se dieron cuenta de que en la mesa donde negociaban se veía demasiado lo que estaban comiendo: sushi. Y como es un plato exclusivo, para nada ligado a la clase trabajadora (que es la que debe soportar el impuesto del que hablaban), decidieron “borrarlo”. ¿Cómo? Con Photoshop, claro.
El resultado fue un desastre, porque al mismo tiempo que oficialmente se daba a conocer la foto sutilmente alterada, con una mesa casi vacía donde se veían sólo vasos y políticos sonrientes; por otro lado, se filtró la imagen original, con suculentos platos al mejor estilo japonés.
Desde los medios y en las redes sociales no pararon de burlarse.
La moraleja es simple y debería ser grabada a fuego entre los responsables de marketing político: no trates de borrar nada con Photoshop, el programa de Adobe es tan efectivo como también lo son las maneras para descubrir su “magia”.
Antecedente
Esto recuerda a un caso reciente en la Argentina, que ocurrió durante la campaña presidencial de 2015. En esa oportunidad, el candidato oficialista Daniel Scioli recorrió un operativo en el que se habían secuestrado miles de kilos de droga.
Sin embargo, el responsable de la imagen del candidato quiso difundir una foto más contundente: Scioli caminando sobre la marihuana. Lo hicieron, pero con un principiante en Photoshop. El resultado fue lamentable.