Brindar un espacio de buena vibra y alegría es un tema de estrategia laboral que sin duda optimiza los resultados de jefes y subordinados, sin embargo especialistas indicaron que el sentido del humor es una competencia personal y profesional como cualquier otra, pues llega a intimidar o molestar a futuros compañeros de trabajo que no se sientan identificados con una personalidad más extrovertida, logrando que con el paso del tiempo personas con gran dinamismo sientan un alto grado de represión.

Según el análisis de la consultora Crecimiento Sustentable, una cantidad significativa de sentido del humor no sólo es buena para la salud; sino que también ayuda a tener empleados más felices haciendo que aumente hasta 88 por ciento su productividad en comparación con quienes laboran en un estado negativo.

No es un secreto que no todos contamos con la facilidad de desenvolverse fácilmente y mostrar su sentido de humor, simplemente es cuestión de que lo desarrolles confianza en ti mismo respetando los límites marcados por el respeto y las normas básicas de convivencia. Podríamos hablar de todos los beneficios que tendríamos si una sonrisa pinta tu cara todos los días pues la lista es interminable. Mira como puede cambiar tu vida si lo aplicas en tu vida personal y laboral.

1.- Fomenta la creatividad. Las personas que cuentan con un buen sentido del humor son capaces de afrontar las situaciones desde otro enfoque y perspectiva, pues su ánimo no decae logrando que la creatividad fluya, aumentando su capacidad de atención y pensando en un abanico de alternativas para solucionar cualquier problema.

2.- Motiva. Gracias a la capacidad de reírse de ellos mismos desarrollan actos de autoaceptación demostrando, en pocas palabras, que se quieren tanto que no tienen por que sentirse tristes por trivialidades. Además motivan a otras personas, pues su energía logra que se lleve a cabo un efecto “espejo” y sus compañeros lo repliquen.

3.- Refuerza los valores en la empresa. La profesionalidad y humor no son incompatibles, la clave es saber equilibrarlo. Parece paradójico, pero consiguiendo ese equilibrio te haces respetar con el humor, generas carisma y desarrollas liderazgo.

4.- Fomenta la comunicación en los equipos. Por supuesto un “chascarrillo” a tiempo siempre alivia tensiones y permite abrir nuevas alternativas y percepciones sobre un trabajo o proyecto adecuado.

5.- Saca lo mejor de ti. Permite mostrar facetas más personales, te quita las máscaras y te permite estar más atento y abierto a nuevos enfoques y nuevos retos.

6.- Nunca hace daño. Si lo manejas con mucho respeto, crearás empatía y desarrollarás canales de comunicación activa.

7.- Ayuda al equilibrio mental y desarrolla inteligencia. Genera pensamiento crítico y autocrítico muy útil en ámbito empresarial, brinda salud mental, que impacta en la salud física.

8.- Saca sonrisas a los demás. No hay nada más enriquecedor que ver una sonrisa que tu provocaste, son esos pequeños momentos de felicidad los que alimentan el alma.