La Cena de Navidad de la compañía es uno de los momentos más esperados por algunos miembros de las corporaciones.
Otros, prefieren evitarla porque creen que se arriesgan a consumir alcohol de más y hacer el ridículo frente a sus compañeros, más aún, algo indebido ante sus jefes.
Sin embargo, existen tres razones para acudir a ese convivio anual que las áreas de Recursos Humanos, generalmente, organizan:
Relaciones Públicas. La Cena de Navidad es un momento clave en el que los directivos de diversas áreas están juntos y felices, por lo que se trata de un excelente punto para hacerte notar y crear vínculos con tus colegas.
Las PR son básicas para la marca personal, Al y Laura Ries, autores del libro The fall of advertising and the rise of PR, dicen que:
Publicidad es mantener una marca, mientras que las relaciones públicas son imprescindibles para la construcción de ésta
Integración. Puedes ser un excelente miembro en cuanto a resultados, pero para trabajar en equipo es fundamental socializar y encontrar puntos en común con tus compañeros, con el fin de mejor conjunción dentro del equipo de trabajo.
Esto, promueve la eficiencia en los equipos y por tanto, los resultados son positivos, lo que es conveniente para el trabajador y la compañía.
Mandar el mensaje correcto. Al no asistir a la Cena de Navidad puedes enviar un mensaje equivocado, algo así como que no te interesa el esfuerzo que hace el departamento de Recursos Humanos para incentivar las actividades de inclusión entre los trabajadores.
Para una compañía no sólo es importante que se llegue a los objetivos, sino la actitud de los empleados sobre lo que ocurre en la empresa.
Cabe mencionar que según un estudio reciente del Gabinete y Comunicación Estratégica (GCE), la tradición de cenar pavo se ha impuesto en 46.4 por ciento en las casas mexicanas; sin embargo, en las compañías los menús son diversos.
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