Después de que durante la campaña electoral, el recién electo presidente estadounidense, Donald Trump, dijera que obligaría a las empresas norteamericanas a traer su producción de vuelta al país, se ha conocido, según el diario financiero japonés The Nikkei, que Apple expuso a Foxconn, uno de sus principales fabricantes, cuales eran las posibilidades de mudar las fábricas de producción a Estados Unidos.
Según la información reportada, las fuentes que prefieren permanecer en el anonimato, señalan que Apple se habría acercado también a Pegatron, que se cuenta entre sus principales proveedores de componentes para la fabricación de los dispositivos, aunque está a diferencia de Foxconn, no habría estado dispuesta a llevar a cabo este movimiento, debido a los costes que implicaría tal operación.
Mientras tanto, en el caso de Foxconn (que produce 200 millones de teléfonos iPhone al año), los costes e implicaciones de esta posible mudanza a Estados Unidos, estarían siendo analizados, pues dejar de fabricar el iPhone en China provocaría que el coste por unidad se duplique, según revelan las fuentes consultadas por The Nikkei.
La utilización de fabricantes en países asiáticos por parte de Apple se debe al menor coste de la mano de obra en relación con lo que se debería pagar por el mismo trabajo a los trabajadores en Estados Unidos y de hecho la empresa de Cupertino acude a compañías como a TSMC (Chips), Japan Display y Sharp (paneles), y SK Hynix y Toshiba (módulos de memoria) para obtener los componentes que necesita.
Logrará Trump ‘torcer el brazo’ a Apple para que fabrique sus productos en Estados Unidos. Solo queda esperar…