El resultado de las elecciones en Estados Unidos impactaron de manera importante en el mundo digital, particularmente a las dos compañías más grandes en cuanto a ingresos por concepto de publicidad se refiere: Facebook y Google.
Lo anterior debido a que ambas empresas han recibido críticas por dar preferencia en sus plataformas al ranking de noticias que difunden información falsa, y esto contribuyó a la desinformación del electorado estadounidense, influyendo de manera definitiva en el resultado de la elección.
El resultado, todos lo sabemos, Donald Trump es presidente electo, pero la forma en que logró dar la vueltecita a la elección es lo que motiva el debate.
La semana pasada tuvo que salir Mark Zuckerberg a negar firmemente que Facebook y las noticias que se proponen a los usuarios en su News Feed no tuvieron nada que ver con los resultados de la elección.
Google también fue criticado por dar preferencia en sus rankings de búsqueda información de sitios como 70News, que afirmaba que Trump había ganado el voto popular durante las elecciones, pero reportes de agencias como AP desmintieron estos datos al demostrar que el representante republicano perdió por casi 700.000 votos, pero ganó el Colegio Electoral.
En respuesta, la tecnológica de Mountain View informó el lunes que está trabajando en una nueva política que evitará que sitios de Internet considerados engañosos utilicen su software de publicidad.
En un comunicado, Google indicó que restringirá la publicación de anuncios en páginas que representen mal, difundan o ocultan información sobre el editor, el contenido del editor o el propósito principal de la propiedad web.
En tanto, un informe de The New York Times refiere que Facebook, pese a negar que tuvo influencia en el resultado, tiene un grupo de trabajo no oficial para investigar la propagación del engaño y los artículos falsos. Además, ya actualizó su política de Audience Network para aclarar que no mostrará anuncios en sitios que muestran noticias falsas. Aunque cabe destacar que la compañía no se ha pronunciado de manera oficial.
Sin embargo, de confirmarse ambas posturas representará un duro golpe para sitios que se dedican a publicar información no verificada, y tampoco se sabe si esto incluirá a medios que manejan una línea editorial más en tono de broma.