Roberto Carlos ignoraba que su canción “Quiero tener un millón de amigos” fuera una realidad para cualquier usuario promedio de las redes sociales del siglo XXI. En los setentas la gente común convivía con su círculo cercano de familiares, amigos y vecinos; hoy en día se conectan 41 millones de usuarios solamente en Facebook.
Cómo aprovechar la gran cantidad de interacciones para posicionar nuestros intereses. Mi teoría de “Amigos por mil” sugiere que al igual que hace 40 años, se empieza identificando a los contactos personales más cercanos, son aquellos que te conocen fuera de la red quienes hablan de ti, los que transmiten el mensaje de tu persona.
Tal como plantea el primer capítulo de Black Mirror, las personas tienen mayor o menor ranking según el comportamiento que mantengan dentro y fuera del mundo digital, aunque no tengamos una aplicación real para calificarnos. Cada contenido compartido es material sensible en la construcción de esa reputación. Por otro lado, suman puntos los mensajes propios; todo aquello que sea originalmente producido por cada quien.
Es mucho más valorado platicar en video, la espontaneidad del formato agrega cercanía con tus amigos digitales. Quizá esa fue la gran falla de Hillary Clinton, mientras que desde 2014 Donald Trump estuvo creando contenidos live stream, ella se limitó a publicar material editado quitando la frescura a su mensaje.
Aunque las palabras hayan sido creadas por alguien más, tus pensamientos son material clave. Nadie que genere contenido propio ha descubierto el hilo negro, la gran victoria es ser honesto al comunicar los valores que en realidad crees.
La mercadotecnia de hoy se estructura en nichos, esos grupos de personas afines que hoy pueden conectarse al rededor de un tema. Pensar en conversaciones te permite intervenir en los círculos que te benefician o pueden relacionarse con tus intereses. Ama tus relaciones, cada conexión es un diamante en bruto.
No vendas, seduce. Invita a tus contactos a vivir según tu estilo de vida. Vender en línea es cada vez menos popular. Monetizar consiste en que tus fans sigan tu filosofía, con las marcas que la acompañan.
Trabajar en tu influencia es empezar a trabajar en tu marca personal.