Donald Trump ha logrado impactar a 54.6 millones de estadounidenses de los 130 millones que se espera que voten el próximo 8 de noviembre, pese a que su discurso ha involucrado el racismo, la descalificación a Hillary Clinton y la promesa de aplicar leyes económicas agresivas, y la persecución de inmigrantes.
De acuerdo con los fundamentos del marketing polĂtico, su aplicaciĂłn debe centrarse en tres aspectos: el mensaje, el dinero y el activismo. La campaña del candidato republicano se ha centrado en los dos primeros aspectos.
Sin embargo, el activismo de Trump ha sido cuestionado en diversas ocasiones, ya que sus polémicos comentarios han llevado a su capital humano a que vean a los inmigrantes como intrusos en Estados Unidos.
En cuanto al dinero, Donald Trump es un hombre de negocios que tiene una fortuna que asciende a unos 3 mil 700 millones de dólares y cuenta con el apoyo de personalidades como: Steve Forbes, empresario y editor en jefe de la revista de negocios Forbes; Brian France, CEO de NASCAR; Phil Ruffin, empresario y socio del Trump Hotel Las Vegas; Andy Beal, inversionista y fundador de Beal Bank; y Thomas J. Barrack Jr., CEO de Colony Capital.
El mensaje ha sido el mismo desde hace un año que comenzĂł su aspiraciĂłn por ser presidente: “que los inmigrantes se vayan de Estados Unidos ahora” y a pesar de las crĂticas, y del llamado de los republicanos para que modere su discurso; parece que ese ha impulsado su popularidad.
Pero ÂżquĂ© debe aprender la campaña de Trump sobre marketing polĂtico?
1- Aceptar la derrota
Durante el tercer debate presidencial en Las Vegas, Nevada, el candidato republicano señalĂł que “no aceptarĂa el resultado de las elecciones”.  La imagen de un actor polĂtico es la primera tarea en el marketing polĂtico. No sĂłlo se trata de que el candidato vista bien o tenga una figura impecable.
La imagen de Donald Trump es la conjugación de su cuerpo, sus movimientos, su vocabulario, de los colores que elige para combinar su ropa y, por supuesto, del tipo de vida que lleva. Es el valor práctico lo que construye toda la imagen pública.
Al aceptar la derrota, los votantes verán el valor práctico que tiene el discurso y la polĂtica de Donald Trump, ya que le permitirá construir una posible nueva campaña en un futuro, no sĂłlo decir: “aceptarĂ© el resultado, si me favorece”.
Según analistas, la derrota debe de estar conectada con la situación y no con la persona, ya que resultados negativos alrededor de la campaña fueron alentaron la derrota. En el caso de Trump, sus declaraciones le ponen tropiezos en su camino a la Casa Blanca.
2- Manejo de crisis
Un candidato y su grupo de asesores deben estar listos para manejar todo tipo de eventualidades, desde escándalos, filtraciones de información o declaraciones hechas en el pasado reciente o muy pasado.
Donald Trump ha sido expuesto como un empresario con deudas que ascienden a los mil 400 millones de dĂłlares, con cuatro quiebras a sus negocios, con varias acusaciones de acoso sexual y declaraciones misĂłginas. Cada una de estas eventualidades le cobrĂł factura en redes sociales y es por eso que su actividad en estas plataformas se limitĂł a postear contenido favorable, y dejĂł de lado la interacciĂłn y la coyuntura electoral.
El candidato sólo ha dicho que los medios de comunicación están en su contra y que pretenden desprestigiarlo para que no llegue a la presidencia.
3- Aprender de sus errores
Los aprendizajes siguen apuntando a las redes sociales como actores más importantes para quien se postule por un cargo de elección popular. Las plataformas digitales y el uso de su imagen bajo una estrategia perfectamente calculada, pueden dar el triunfo a quien lo aplique correctamente.
El aprender de los errores no sólo habla de la calidad humana del candidato y de los arquitectos de su campaña, también habla del target, cuyo mayor consumo sigue estando en los medios tradicionales; la televisión sigue siendo un canal más importante que los demás, pero la tendencia no le favorece.
Los medios de comunicación estadounidenses recordaron a unas horas después del tercer debate presidencial, una carta que escribió el expresidente George H W Bush (1988-1992) a su rival durante su reelección, el demócrata Bill Clinton (1992-1996 y 1996-2000) a quien reconoció por su victoria en las urnas.
Una foto publicada por Hillary Clinton (@hillaryclinton) el
“Estimado Bill,
Cuando entré en esta oficina hace un momento sentà la misma sensación de asombro y respeto que sentà hace cuatro años. Sé que tú la vas a sentir también.
Te deseo mucha felicidad aquĂ. Nunca me sentĂ la soledad alguna como otros presidentes han descrito.
Habrá momentos muy duros, los cuales te harán pensar que las crĂticas no son justas. No soy muy bueno para dar consejos; pero simplemente no dejes que los crĂticos te desalienten o te saquen de curso.
Vas a ser nuestro presidente cuando leas esta nota. Te deseo lo mejor. Le deseo lo mejor a tu familia.
Tu éxito será el Ă©xito de nuestro paĂs. Apuesto mucho por ti.
Buena suerte – George”.