La casa donde nació Adolfo Hitler, en Austria, será demolida para construir un edificio nuevo, señaló en un comunicado el Ministerio del Interior,Wolfgang Sobotka.
La propiedad, localizada en Braunau am Inn, será entregada al municipio para fines caritativos o fines oficiales, agregó el ministro, quien cumple así con la recomendación de una comisión de 13 expertos que estudiaron el inmueble durante meses para saber qué hacer con el edificio.
Sobotka señaló que la demolición impedirá de forma permanente que el inmueble adquiera una fuerza simbólica. La casa había sido alquilada por el estado austríaco y el municipio de Braunau para evitar que se convirtiera en un santuario neonazi.
El gobierno austríaco aprobó una ley para expropiar la casa natal del dictador nazi, un edificio que está bajo protección por tener cimientos del siglo XVII. Algunos expertos han criticado que con un posible derribo Austria pierde la posibilidad de conmemorar su propio pasado nazi.
La casa estaba vacía y el gobierno austríaco y el municipio de Braunau pagaban 5 mil 200 dólares mensuales de alquiler para evitar un uso no deseado del lugar.
Diversos reportes periodísticos indican que al menos 118 cargos de violencia neonazi se han registrado entre enero y agosto de este año, y se ajustan al tercer párrafo de la Ley de Prohibición de Austria, que tiene por objeto prevenir cualquier potencial resurgimiento de esa corriente.
La cantidad de crímenes perpetrados por neonazis en la capital de Tirol, Innsbruck, se duplicó en 2015 respecto al año anterior. Entre los cargos más populares destacan la propagación de ideas nazis y la negación pública de los crímenes del III Reich.
Austria ha experimentado un aumento de los ataques contra los centros de refugiados, incluyendo la provocación de incendios.