Un estudio reciente del World Employment Social Outlook de la International Labour Organization, que se enfocó en personas de entre 15 y 24 años de edad, reveló que la tasa de desempleo juvenil en el planeta tiende a crecer a su nivel más alto en 20 años, con 71 millones de jóvenes sin empleo.
La práctica de las empresas tiene íntima relación con esta tendencia, sobre todo cuando los empleados tienen necesidades definidas que no se cubren, de ahí la importancia de los estudios sobre el comportamiento en el mercado laboral.
El más reciente fue realizado por los investigadores, los economistas Alexandre Mas, de la Universidad de Princeton, y Amanda Pallais, de Harvard, quienes hallaron que los trabajadores estadounidenses prefieren que su sueldo disminuya 8 por ciento, con tal de hacer home office.
Los resultados publicados por la National Bureau of Economic Research (NBER) indicaron que “el postulante promedio está dispuesto a aceptar un salario un 20 por ciento más bajo para evitar puestos de trabajo con horarios fijos; mientras que 40 por ciento de los postulantes no aceptaría este tipo de trabajo, aunque se les pague un 25 por ciento más que un empleo de lunes a viernes de 9 a 17 horas”.
En este sentido, la tendencia de hacer home office podría aumentar la productividad de los empleados. De hecho, Accountemps, una firma dedicada al estudio del personal, concluyó que 28 por ciento de los directores financieros aseveró que al eliminar el tiempo de traslado de sus empleados, creció la productividad en sus firmas.
Actualmente cerca del 20 por ciento de los empleados alrededor del mundo trabaja de manera frecuente desde casa, mientras que el 10 por ciento lo hace de manera ocasional, según datos proporcionados por la empresa dedicada a hacer sondeos Ipsos/Reuters.
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