Hace unos días apareció un video de Playboy del año 2000 en que aparece el magnate, ahora The New York Times revela que al acceder a una declaración de impuestos del magnate, de 1995, en la que podría demostrarse que el magnate evitó el pago de impuestos durante 18 años.
El periódico detalla que ese año Trump declaró pérdidas por 916 millones de dólares por sus fracasados casinos en Atlantic City y otros negocios, con lo que habría deducido hasta 50 millones de dólares de ingresos al año. El diario aclara que no es ilegal, pero tampoco ético, a lo que el republicano contestó que no hay alguien que conozca mejor las leyes que él, por medio de Twitter, una red social clave en su campaña.
I know our complex tax laws better than anyone who has ever run for president and am the only one who can fix them. #failing@nytimes
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 2 de octubre de 2016
Esto ocurre después de un golpe a la campaña de Clinton, cuando Ted Cruz dio su apoyo a Trump en una publicación también en redes sociales y atacó directamente a las propuestas de la demócrata:
Aunque existen áreas en las que estoy profundamente en desacuerdo con nuestro candidato, de ninguna manera la candidatura de Hillary Clinton es aceptable
Twitter registró durante abril pasado 320 millones de usuarios activos, colocándose en la novena posición de un ranking elaborado con cifras de Facebook, We Are Social, WhatsApp, Twitter, Tumblr, LinkedIn y Google.
Y es que el marketing político que se percibe en las elecciones para Presidente de Estados Unidos, con los ataques de ambos postulantes, ha arrojado resultados que ha derivado en cifras récord. El debate realizado recientemente sería el máximo triunfo de un candidato, en este caso para Hillary Clinton, pues según Gallup, ganó por 61 por ciento a 27 por ciento de Trump. De acuerdo con CNN, 62 por ciento a 27 por ciento, y Fox News reveló que sería 60 por ciento a 22 por ciento.
Un aspecto que ha impulsado la atención mediática son las declaraciones de los candidatos en redes sociales, especialmente en Twitter, en donde hacen declaraciones al por mayor, aprovechando la inmediatez y posible viralidad del contenido, lo que al final ha impactado directamente en la estrategia de cada uno, especialmente en la de Trump, principalmente como medio de promoción, independientemente de si es negativa o positiva, finalmente es publicidad para el candidato.
The New York Times publicó un análisis, realizado por Mediaquant, sobre los gastos en publicidad de los aspirantes y el “earned media” o publicidad sin costo gracias a la cobertura en los medios. Donald Trump gastó 10 millones de dólares en publicidad y fue el que menos invirtió en ese rubro entre los cuatro precandidatos republicanos y los dos demócratas; los medios le han “regalado” un equivalente a mil 890 millones de dólares.