Un escándalo por presunta negligencia y mala praxis que involucra al conocido cirujano italiano especialista en trasplantes de tráquea, Paolo Macchiarini, ha logrado poner en jaque al Instituto Karolinska de Suecia, encargado de otorgar el mundialmente famoso galardón. Las denuncias están relacionadas con la muerte de dos pacientes y daños a un tercero mientras en el centro callaban ante los señalamientos.

Una crisis sin precedentes se ha desatado en Suecia, donde la imagen del Nobel de Medicina queda tocada después de las acusaciones sobre la negligencia del Instituto Karolinska a la hora de contratar y renovar dicha contratación a Paolo Macchiarini, sin que este cumpliera con los requisitos para tal cargo, y después de saberse que habría falsificado la información de sus estudios sobre los trasplantes y realizado tres de ellos durante su estancia, de los cuales dos pacientes han muerto y el tercero se encuentra hospitalizado en Estados Unidos.

La magnitud de la situación ha sido tal que dos de los integrantes del jurado encargado de seleccionar al ganador del galardón, Harriet Wallberg y Anders Hamsten, han sido apartados de sus cargos, después de la remoción de toda la junta directiva del prestigioso Instituto Karolinska, por decisión del gobierno sueco.

Macchiarini, quien era considerado hasta ahora uno de los grandes especialistas mundiales en trasplantes de tráquea, es investigado en estos momentos por el presunto homicidio involuntario de dos pacientes y por ocasionar daños a dos pacientes más, algo que niega el cirujano, acusado también de la falsificación de sus registros.

Sin embargo, las medidas tomadas para evitar que el prestigio del premio y su validez sea cuestionado, parecen no ser suficientes, pues los detalles de dados a conocer por Sten Heckscher, expresidente del Tribunal Supremo sueco y prestigioso jurista que dirigió una investigación independiente encargada por la propia cúpula de esta institución universitaria, dan cuenta de la defensa que realizaba la junta directiva de Macchiarini, a pesar de las reiteradas denuncias sobre la falsificación de su currículum y el falseamiento de los resultados positivos de sus trasplantes.

Heckscher señalaba en la presentación del informe de la investigación este martes, que “En mi vida he visto unas referencias tan malas”, al tiempo que no se explicaba como ante las alarmas, nadie se cuestionó nada y se renovó el contrato del medico italiano en dos ocasiones, 2013 y 2015, con una “una sorprendente falta de interés de intentar averiguar más sobre su trabajo antes de ampliar su contrato”. El informe cierra con un lapidario mensaje sobre el hecho de que el Instituto Karolinska “no puede ser absuelto de responsabilidad” en relación a los trágicos resultados de las operaciones.

El próximo mes será anunciado el ganador del Nobel de Medicina, elegido por el jurado de 50 miembros en el que se encontraban los dos directivos recién despedidos y que con su actuación (o falta de ella) han contribuido a crear la peor crisis de marca enfrentada por estos premios.