El ciberbullying y la viralidad negativa son temas de preocupación para empresas, marcas y por supuesto, para cualquier persona que utiliza la red. Un ejemplo de estos problemas se ha dado a conocer el día de hoy, se trata de un hombre chino que literalmente intentó destruir el internet con tal de evitar una humillación pública relacionada a fotos comprometedoras.
Al parecer la historia comenzó cuando un ciudadano chino de nombre Liu se fue a vivir a la ciudad de Weifang, donde sin conocer las tradiciones locales, participó en un baile que originalmente es exclusivo para las mujeres de mediana edad, por lo que quienes lo vieron le tomaron fotos y se rieron de él.
El problema para Liu fue que lo ocurrido no se quedó en una vergüenza aislada y local, sino que ya había fotos y videos de él circulando por las redes sociales, razón por lo cual se propuso a destruir el internet de manera física, atacando el cableado y las instalaciones de su barrio:
Sin embargo, el hombre fue detenido por la policía y su historia se ha terminado convirtiendo en un nuevo fenómeno viral, por lo que más allá de quedarse en una historia más que circula en la red, es un claro ejemplo de cómo la viralidad negativa es un efecto al que cualquier contenido de internet está expuesto.
En este sentido, la industria de las relaciones públicas tiene como uno de sus principales retos encontrar la estrategia correcta para hacer frente a las constantes crisis de marca en redes sociales, ya que los tropiezos en comunicación son constantes y fácilmente pueden dar pie a un linchamiento virtual que por lo general es combatido, sin muy buenos resultados, con el hermetismo de las marcas o con excusas referentes al hackeo.
Casos en México ha habido muchos, por ejemplo, uno de los más graves lo vivió la marca Crunch, quien aprovechando que el caso Ayotzinapa se encontraba como una fuerte tendencia, en 2014 el community manager metió a la empresa en un gran aprieto después de un lamentable comentario que faltaba al respeto a las víctimas de ese caso.