Después de una serie de polémicas en torno al uso de sanitarios públicos por parte de personas transgénero, Target decidió pronunciarse en pro de los derechos de la comunidad LGBT y anunció que dejaría a la gente trans decidir el baño que quieran utilizar de acuerdo con su identidad de género.
Sin embargo, a pesar de que esta pronunciación fue aclamada por medios de comunicación y gran parte de las comunidades en redes sociales, también hubo descontento en sectores conservadores, quienes anunciaron un boicot a las tiendas Target, utilizando como principal argumento, que la medida adoptada podría incentivar algunos tipos de delitos sexuales, supuestamente dejando más vulnerables a los niños.
Ante la presión, Target decidió optar por la instalación de baños individuales, los cuales brindan mayor privacidad y disminuyen la tensión generada tanto en los sectores conservadores, como para la comunidad LGBT.
La instalación de estos baños ha costado a la empresa alrededor de 20 millones de dólares, esto en un panorama donde las ventas generales de la empresa han caído alrededor de un 2.7 por ciento durante el último trimestre, lo cual según información de Business Insider, es atribuible al boicot anunciado desde abril.
No obstante, a pesar de estos indicadores, sin duda Target ha logrado generar una estrategia de relaciones públicas adecuada a los valores que actualmente intentan comunicar la mayor parte de las marcas globales, esto en un sentido de inclusión y tolerancia.