La campaña de la candidata demócrata Hillary Clinton realizará una inversión de 80 millones de dólares para la temporada de otoño.
La temporada de otoño en TV estadounidense sirve para nombrar un periodo de estreno de nuevas series además de que ayuda a identificar la venta de espacios publicitarios por paquetes.
La cifra de 80 mdd en publicidad por parte del equipo demócrata fue reportado por ABC News y revela la apuesta siempre fuerte que el equipo demócrata está realizando en publicidad, con enormes números en inversión para llevar a cabo la publicidad en estados como Florida, Pensilvania, New Hamsphire, Iowa, Nevada, Ohio y Carolina del Norte.
Apenas la semana pasada trascendió la inversión en publicidad que realizó el equipo de campaña del republicano Donald Trump en TV, por cuatro millones de dólares.
Ambos candidatos ya comenzaron a dedicar un importante porcentaje de sus estrategias creativas en campaña, para lanzar ataques como recurso que dentro de marketing político llama la atención por ser una forma de imponer la imagen del candidato sobre los elementos negativos del opositor.
Ejemplo de campañas lanzadas por Trump en contra de Clinton.
Clinton ha lanzado este tipo de estrategias en contra de Trump.
One wrong move can be the difference between life and death when you’re president.https://t.co/Tpo3Spps9z
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) 22 de agosto de 2016
La relación entre el marketing político y la televisión como canal de comunicación, está llevando a partidos y candidatos encontrar en este medio una plataforma que impulsa sus estrategias publicitarias ante millones de electores.
Números mostrados por eMarketer estiman que para este 2016 se cuente en 164.5 millones de televidentes en Estados Unidos, tal sólo de señal digital; mientras que Nielsen descubrió en 2013 en ese país, que el mayor número de audiencia de TV estaba concentrado entre las personas como 50 y 99 años, seguidos de público entre 35 y 49 años, así como de un segmento de entre 18 y 34 años.
Estos números nos hablan de la necesaria presencia en TV como parte de un canal en el que las estrategias de marketing político apuestan por una forma determinante de comunicar sus campañas, ante un número contado en millones de personas, cifra que no están dispuestos a desperdiciar.