Nielsen Company reveló que 92 por ciento de los consumidores confían en embajadores de marcas externos a la compañía, por tanto, los influencers con un medio cada vez más utilizado por las empresas, en pro de sus productos y servicios.
Los influencers son una especie de microempresarios desde que las marcas descubrieron el nicho, a tal punto que Selena Gomez obtiene 550 mil dólares por sus publicaciones comerciales en redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram.
Sin embargo, hay características de los influencers, que no favorecen a las compañías:
Opinar sobre temas polémicos. Las compañías son identificadas con ciertos valores, más allá de los productos que ofrecen, por eso cuando se le relaciona con una situación polémica, la marca se ve afectada. Tal es el caso de J.Pelirrojo, youtuber e influencer e imagen de la firma Nestlé, el cual expresó en su cuenta de Twitter que se alegraba de la muerte del torero Víctor Barrio. Los usuarios de redes sociales reaccionaron y la firma se deslindó del influencer posteriormente.
No participa en otras estrategias. Cuando un influencer es profesional con sus compromisos con las empresas, sabe que no sólo funciona como promotor de productos o servicios, aunque 67 por ciento de las compañías los contratan con ese fin, de acuerdo con eMarketer, también pueden y deben integrarse a estrategias de lanzamiento de productos, comunicaciones corporativas o gestionar crisis.
No es ideal para la marca. Para el éxito de la estrategia es elemental determinar correctamente el público al que se dirige el contenido, por ejemplo, si se trata de ropa deportiva, nada mejor que un deportista o una celebridad relacionada con el ramo.
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