Los fenómenos sociales generalmente repercuten en el enfoque que la industria publicitaria y de marketing da en la ejecución de sus campañas y
Algo muy interesante acaba de ocurrir en Reino Unido: la misoginia fue tipificada como crimen de odio y el suceso nos recuerda una serie de hechos que deben de ser tomados en cuenta.
Primero, un estudio conducido por Demos descubrió este año que la mitad de los tweets misóginos publicados en Reino Unido provinieron de mujeres.
Segundo, #ReclaimTheInternet es una campaña de social media marketing que buscó generar mayor participación de las mujeres en redes sociales, bajo el concepto de que toda voz merece ser escuchada en internet, ante el “abuso online” que en algunos casos es caracteriza dentro de estas plataformas.
Tercero, Our Principles PAC lanzó la campaña Quotes, en la que mujeres leyeron citas de discursos hechos por Donald Trump, como parte de la estrategia con la que pidieron no votar por el aspirante republicano.
Cuarto, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, prohibió en junio pasado la ejecución de campañas publicitarias en las que se muestren imágenes que motiven inseguridad en las mujeres con su cuerpo.
Pleased to announce @TfL will no longer run ads on tubes, trains & buses which could cause body confidence issues. https://t.co/9Jm0pKrbUF
— Sadiq Khan (@SadiqKhan) 13 de junio de 2016
El social media marketing sigue siendo determinante en la percepción negativa de la mujer, pero como si se tratara de una balanza, también juega a favor de campañas sociales en las que autoridades promueven a través de normas publicitarias o campañas sociales, un nuevo estándar que parece tener efectos a pesar de que el 50 por ciento de las mujeres en Reino Unido promueva en redes sociales la misoginia.