El mercado automotriz está volteando a la nostalgia como estrategia para comunicar con un consumidor que terminará comprando 74.39 millones de automóviles a nivel mundial al terminar 2016, según una proyección de Scotiabank.
Ante desarrollos tecnológicos, nuevos competidores como Tesla y un mercado donde la relación consumidor-marca parece tener nuevos retos para ser efectiva, estas marcas han decidido invertir en marketing de nostalgia para conversar con el consumidor mediante las siguientes estrategias.
Michelin fue de las primeras marcas automotrices que recientemente ha utilizado una campaña de marketing de nostalgia, para generar consciencia de una conducción responsable en un comercial dirigido a dos segmentos de consumidores: jóvenes y adultos, gracias a la estrategia creativa que recopiló videos publicados en internet.
La campaña de esta compañía, My First Car #FirstCarMoment, logró más de un millón 397 mil vistas en YouTube.
Otra campaña que recurrió a una estrategia de nostalgia fue Audi. La historia consistió en llevar a experimentar a un astronauta retirado la sensación de potencia que vivió en un viaje espacial.
Recientemente la marca Subaru decidió lanzar una campaña en la que demuestra a través de diversas escenas el poder de la confianza, como parte de su calificación de Most Trusted Brand y Best Overall Brand otorgado por parte de Kelley Blue Book.
La nostalgia es un recurso determinante en publicidad, pues supone una conexión emocional sumamente efectiva con el consumidor, quien responde a las marcas que generalmente usan este recurso donde la memoria del pasado, parece llevar a la creencia de que cualquier recurso que permita recuerdo, están dispuestos a pagar por el.