Está claro que Cannes Lions sigue siendo el referente de la CREATIVIDAD a nivel mundial, nos guste o no y podamos estar de acuerdo o disentir en muchas cosas. Enfatizo que lo es en el tema de la creatividad, porque ya no tiene que ver totalmente con lo que hacemos los creativos todos los días. El festival se está diversificando, creciendo y yendo más allá de los límites o parámetros de lo que entendíamos por Cannes hasta hace algunos años.
Indudablemente, la brújula continúa apuntando hacia la publicidad pero se va despegando cada vez más viendo hacia otras disciplinas. El mismo nombre de Cannes Lions cambió en el año 2010 de Festival Internacional de Publicidad a Festival Internacional de la Creatividad (léase la nota al respecto), precisamente porque cada vez está más abierto. Las líneas de lo que es publicidad paulatinamente están menos claras y desdibujadas, y últimamente hemos visto el involucramiento de la tecnología y otras tendencias.
[g1_quote author_name=”Pepe Montalvo” author_image=”https://www.merca20.com/wp-content/uploads/2012/10/pepe-montalvo.jpg” author_description=”Director General de la agencia de publicidad MONTALVO” author_description_format=”%link%” align=”left” size=”m” style=”simple” template=”01″]
No hay que satanizar ni al festival ni a los premios, pero tampoco sentir que porque ganaste un León o un Oro te conviertes en automático en una especie de súper héroe o gurú.
[/g1_quote]¿Qué importancia le debemos a dar a Cannes Lions en este contexto? Creo que en general los publicistas mexicanos tendemos a ver las cosas o completamente negras o por el contrario, blancas en lo absoluto. Las cosas en la vida y la publicidad se encuentran en un área más bien de grises, a muchas cosas les damos toda la importancia y otras de plano no las vemos. No abona mucho decir que Cannes Lions está mal o que ya no sirve, que está lleno de “truchos”, que es falso, que se está yendo a premiar puras cosas sociales y se está olvidando de los productos (que puede tener parte de razón), o que se está alejando de la realidad y de las necesidades de los clientes (también en parte verdad).
Lo que es innegable es que el festival sigue siendo la inspiración, que el mejor trabajo creativo de la industria sigue estando ahí, con las mejores agencias y creativos, tendencias, donde lo que es la publicidad y lo que viene están en Cannes.
No hay que satanizar ni al festival ni a los premios, pero tampoco sentir que porque ganaste un León o un Oro te conviertes en automático en una especie de súper héroe o gurú. No hay que olvidar que al final es un concurso y puede ser cuestionable. Hace poco vi un documental donde Woody Allen explicaba porqué no cree en los festivales de cine; él argumentaba algo que me parece sensato y que aplica muy bien al mundo publicitario, y es que en una carrera de cien metros planos siempre está claro quién gana porque lo hace el que llega más rápido a la meta, algo incuestionable. En un festival eso no aplica, saber cuál es el mejor caso, la mejor idea o el mejor comercial es el resultado de lo que discutieron 20 tipos en un salón, donde el resultado un año antes o después podría ser radicalmente diferente.
Sin embargo, claro que hay que estar orgullosos del reconocimiento, de México y del papel que estamos haciendo en el Festival de unos años para acá, pero tampoco hay que creérnosla.
Las ideas siempre son subjetivas en Cannes, pero todas son creativas. Vemos desde las que le dieron la vuelta al negocio al convertirse en campañas históricas para Nike, Google, Apple, etc. y también las que siendo buenas no le aportan nada al negocio de los clientes, ideas caprichosas hechas para ganar premios. Siempre será algo subjetivo, lo que a mí me puede parecer que no sirve a otros les puede parecer que sí. Pero repito, el nivel creativo de las ideas en Cannes Lions siempre es alto, funcionen o no para un negocio.
Respecto a que si México logrará superar la cifra mágica de 27 Leones como el año pasado, no lo sé. Lo que es cierto es que el nivel creativo del país ya es mejor, efectivamente dimos un salto hacia adelante, pero estamos lejos todavía de lo que podemos alcanzar. Creo que no podemos dejar que los números se conviertan en una obsesión. Tener menos Leones respecto al año pasado no deber ser el indicador de que la creatividad mexicana fue mucho peor este año, que retrocedimos o que los últimos dos años fueron una ilusión. Ver sólo la cifra de manera fría sí puede dañar a la industria y quitarnos credibilidad.
Hay que celebrar estos once Leones y los que vengan como si fueran cien, no verlos como un fracaso. Además, los números en Cannes Lions siempre son raros, se entregan muchísimos premios, cada vez ganan más países, agencias y creativos y en este sentido el premio se está devaluando. Lo que es cierto también es que siempre vemos esas 10, 20 o 30 piezas con las que todo mundo se queda, y eso no se encuentra en los números. México debe aspirar a comenzar a generar ese tipo de campañas, y seguramente tenemos alguna de esas grandes piezas en esta edición de Cannes Lions.
A Cannes le estoy muy agradecido, en mi carrera hay varias historias importantes que surgieron ahí. Es una dualidad de sentimientos: amor-odio, felicidad y tristeza. Pero, sin lugar a dudas representa la pasión por lo que hacemos. Le debo mucho al festival, tanto inspiración como aprendizaje, he disfrutado ganar y me ha dolido perder, pero de esas derrotas han venido cosas muy buenas, el saldo es bastante positivo.