Pese a que es ficticia, la marca ACME figuró en numerosas ocasiones en el universo de Looney Tunes de la mano de productos poco confiables que anunciaban un final catastrófico dentro de la historia. Sin embargo, la firma –caracterizada por comercializar explosivos– no siempre es sinónimo de desastre, más al considerar las ganancias de la compañía que la posee.
La marca Acme figura en las series de dibujos animados de la compañía Warner bajo productos como bombas, cohetes, pegamentos, dinamita, veneno, autos y pesas. Y pese a que el nombre tiene significados favorables como “A Company that Makes Everything” y desfavorables como “Artículos Con Muchos Errores” su origen va más allá.
Chuck Jones, animador y caricaturista, productor y director de los Looney Tunes, señala que la palabra se deriva de “akme”, que por lo usual se utiliza para hacer referencia a la parte más alta, de forma que los productos comercializados eran de categorías sobresalientes.
Y pese a esto, los productos contaban con resultados desfavorables que desencadenaban problemas posteriores. Factores que en un mundo real ya hubieran acabado con la marca.
Sin embargo la empresa propietaria de Acme goza de buenos resultados, pues Time Warner a través de Statista revela registrar ganancias estimadas en 7.31 mil millones de dólares durante el primer cuarto de esta año 2016. El dato señala el segundo pico entre el año 2015 y lo que va del 2016.
Y pese a que Warner arroja resultados favorables, Walt Disney la supera por 5.66 mil millones de dólares en el mismo lapso de tiempo. Vale la pena destacar que el monto queda por debajo de otros registrados durante el año 2015.
Si bien, la marca ACME no era la mejor para poner fin a los problemas, pues cada producto contaba con un factor sorpresa que arruinaba por completo el cometido, desde efectos secundarios hasta explosiones fuera de tiempo. Sin embargo, y lejos de la realidad, los consumidores la seguían adquiriendo, más en un entorno donde no había una marca competencia.