Los consumidores parecen estar bastante de acuerdo. No desean que los anunciantes recolecten sus datos. Esto según una investigación de principios de 2016 de la firma de marketing mobile Tune, en la que se señala que un 55 por ciento de los usuarios de smartphones siente que los anunciantes no deberían tener permitido recolectar datos sobre ellos.

Este análisis realizado entre usuarios de teléfonos inteligentes en Estados Unidos y Reino Unido, también señala que un 26 por ciento considera que los anunciantes deberían limitar esta recolección de datos a cantidades muy limitadas.

La lista de las principales preocupaciones de los consumidores está encabezada por la privacidad digital, mientras los anunciantes son vistos como los usuarios menos confiables de la información de los consumidores.

Pero esto es un gran dilema para los marketeros y anunciantes que trabajan en espacios digitales. Después de todo, para poder la publicidad adecuada al target idóneo se necesita poder realizar perfiles, y para ello es necesario tener datos.

Esta percepción de parte de los consumidores no ha detenido a las empresas de continuar su recolección de información, según un estudio de septiembre de 2015, encargado por el Centre for Economics and Business Research (Cebr) y SAS, a Opinium Research LLP, donde además se muestra por sectores, cuales son los que más acumulan datos de los clientes.

El sector que mayor cifras tiene en este sentido es el de telecomunicación (84 por ciento) seguido de la banca (77 por ciento) seguros (73 por ciento), transporte y logística (73 por ciento) energía (72 por ciento), banca de inversión (69 por ciento) manufactura (67 por ciento) , gobiernos centrales y locales (67 por ciento) servicios profesionales (64 por ciento), retail (59 por ciento) y cuidado de la salud (49 por ciento)

Y mientras los datos continúan siendo coleccionados a gran escala, muchos negocios parecen no estar al tanto de las preocupaciones del consumidor, o en el mejor de los casos, lo ven de forma ambivalente para ellos. Y como ya parece indicar el dilema de del uso de los bloqueadores de publicidad, si algo parece estar indicando es que los consumidores, de forma creciente están reaccionado a la intrusión de los publicistas.